La arquitectura, una vez que salió de sus cavernosos inicios, comenzó siendo en gran medida nómada. Durante mucho tiempo, se utilizó la sombra de los árboles y las tiendas móviles hechas de pieles de animales en lugar de viviendas más permanentes para satisfacer los estilos de vida nómadas y las necesidades básicas de supervivencia. Estas primeras estructuras portátiles estaban sostenidas principalmente por marcos de madera y fueron utilizadas por varias civilizaciones antiguas, incluidos los beduinos de la Península Arábiga y las tribus nativas americanas de América del Norte. La llegada de las telas tejidas hace unos 40.000 años hizo que las viviendas fueran aún más ligeras y fáciles de transportar, una bendición para las culturas nómadas de todo el mundo.
Aunque las carpas continuaron siendo populares desde entonces en contextos recreativos y como elemento básico de la forma arquitectónica, la arquitectura contemporánea ha redescubierto el principio de la tela drapeada y ha llevado su desarrollo más allá, no sólo para estructuras temporales, sino también para edificios e instalaciones permanentes. Los materiales avanzados y duraderos han convertido las telas en una alternativa para fachadas y techos que ha generado un sector altamente especializado dentro de la industria de la construcción y ha creado algunos de los exteriores más intrigantes del mundo.
Desde estructuras de tela tensada hasta sistemas neumáticos, láminas de ETFE, tejidos fotovoltaicos y sistemas modulares, los profesionales de la arquitectura e ingeniería tienen una amplia gama de técnicas a su disposición y sus ventajas hacen de estos materiales una opción cada vez más popular para los exteriores de los edificios. La construcción a base de telas no sólo ofrece un atractivo estético, sino que también proporciona soluciones de construcción ligeras, flexibles, energéticamente eficientes, duraderas y sostenibles. Con un creciente énfasis en prácticas innovadoras y económicamente conscientes, su uso para exteriores de proyectos ha ganado una popularidad significativa desde que apareció por primera vez en el escenario de la industria global en la forma del Pabellón Alemán de Frei Otto y Rolf Gutbrod para la Feria Mundial de 1967 en Montreal.
En general, la tela es significativamente más liviana que los materiales de construcción tradicionales como el concreto, el acero o el ladrillo, lo que reduce el peso total de una estructura, ahorrando costos en términos de requerimientos de cimentación y transporte. La facilidad con la que se puede manipular en formas complejas permite diseños innovadores y únicos que pueden animar tanto proyectos de nueva construcción como refrescar exteriores antiguos con intervenciones arquitectónicas selectas.
Los materiales textiles por lo general también se pueden reciclar o reutilizar y requieren menos recursos durante su ciclo de vida. La incorporación de ventilación pasiva y membranas transmisoras de luz reduce aún más el consumo de energía al proporcionar una regulación automática mediante la creación de un desfase térmico y estabilizar la temperatura interior tanto en climas cálidos como secos. En los meses más cálidos, la ventilación natural a través de la “piel” del edificio puede ayudar a eliminar el exceso de humedad en el aire, lo que resulta en una reducción de la carga colocada en los sistemas de refrigeración.
Las estructuras de tela tensadas, por ejemplo, son una técnica de construcción que utiliza membranas de tela tensadas entre elementos de soporte para crear fachadas y techos dinámicos y visualmente llamativos. Esta técnica emplea tejidos de alta resistencia, como fibra de vidrio recubierta de PTFE o poliéster recubierto de PVC, conocidos por su durabilidad, resistencia a la intemperie y translucidez. La tela se tensa sobre un marco estructural, creando una superficie elegante, ligera y, a menudo, colorida.
La lámina de etileno tetrafluoroetileno (ETFE) es otro material liviano y transparente que ha revolucionado la industria de la construcción. Este tejido translúcido es conocido por su alta resistencia, estabilidad a los rayos UV, resistencia química y propiedades de autolimpieza. La lámina de ETFE se puede aplicar en múltiples capas para crear estructuras similares a cojines, lo que proporciona un excelente aislamiento térmico y permite que la luz natural se filtre. Los sistemas de tela modulares, por otro lado, utilizan paneles de tela prediseñados que se pueden ensamblar y desmontar fácilmente para crear estructuras versátiles y adaptables. Estos sistemas brindan flexibilidad en el diseño, lo que permite a arquitectos y constructores crear exteriores personalizados que cumplan con los requisitos específicos del proyecto y sean adecuados para estructuras temporales como pabellones de exposiciones o espacios para eventos debido a su portabilidad y facilidad de instalación.