Doctor por la GSD de Harvard en 1995 y con doctorados honoris causa de la Universidad de la Sapienza de Roma en 2017 y de la Universidad Noruega de las Ciencias de la Vida en 201, Kongjan Yu es uno de los paisajistas más reconocidos en la actualidad y el más importante en su país, China. Kongjan Yu ha sido designado ganador del Premio internacional de arquitectura de paisaje Cornelia Hahn Oberlander 2023.
En el 2021, la Cultural Landscape Foundation, establecida en los Estados Unidos en 1998 por Charles A. Birnbaum, instauró un premio internacional para la arquitectura de paisaje, otorgado cada dos años, en honor de Cornelia Hahn Oberlander, paisajista nacida en 1921 en Alemania y que llegó a Canadá desde niña, y fallecida ese mismo 2021 un mes antes de cumplir 100 años. El primer premio, dotado de $100,000 dólares y que incluye documentar el trabajo y las ideas de quien lo recibe, fue otorgado a la paisajista estadounidense Julie Bergmann, quien “durante más de treinta años como profesora y arquitecta paisajista, se ha centrado principalmente en sitios urbanos y postindustriales contaminados, abandonados y olvidados.”
Kongjan Yu nació en 1963 en Dongyu, una pequeña aldea consiste estanques junto a un arroyo. Su padre era granjero y ese era el trabajo que se esperaba que él también tuviera. Pero decidió estudiar paisajismo, lo que lo llevó finalmente a estudiar su doctorado en Harvard. En una entrevista con Margarita Jover Biboum, Rubén García Rubio y Carlos Ávila Calzada, Yu contó la importancia que tuvieron esos primeros años en el desarrollo de sus ideas:
Recuerdo la aldea de Dongyu, en las tierras altas, donde el arroyo Arena blanca, procedente de las montañas, confluye con el gran río Wujiang. Solía nadar en el arroyo de aguas cristalinas rebosantes de peces. Las orillas estaban repletas de densos sauces donde anidaban numerosas especies de pájaros. En época de inundaciones, podía atrapar a los peces que nadaban contracorriente. La aldea se estructuraba en torno a siete estanques. […]
En los 70, presencié un drástico cambio en el entorno. El DDT y los pesticidas que comenzaron a utilizarse en la comuna mataron a todos los peces de los canales en un solo día. En los 80, fui testigo de la desaparición del bosque sagrado a medida que se talaban los árboles, se exterminaba a los animales y a las serpientes y se mataba a las aves para consumo y venta. Asistí a la construcción de diques revestidos de hormigón que dejaron el arroyo y el río sin vida desde principios de los 2000. Vi cómo se sustituían de manera indiscriminada los materiales de construcción tradicionales, como ladrillo, madera y barro, por hormigón. En tan solo 20 años, el paisaje de la aldea cambió radicalmente. La belleza se convirtió en fealdad.
El entorno en el que me críe ha moldeado profundamente mi forma de pensar. Es el pilar que sostiene mi pensamiento teórico y las habilidades prácticas que tengo a día de hoy. Mis diecisiete años de infancia en la aldea han actuado como la tierra fértil en la que cultivar las semillas de las teorías modernas de la ecología y del arte en las que tuve la suerte de sumergirme en la Universidad de Harvard. Soy un híbrido que contiene lo más antiguo en la raíz y lo más moderno en la copa. Estos cimientos me llevan a preguntarme por la mejor forma de abordar el agua, particularmente las inundaciones. ¿Qué alternativas hay a la fuerza destruc- tora de la tecnología industrial y las sustancias químicas? ¿Cómo se puede crear y mantener un ecosistema productivo y sostenible? ¿Qué hace bello a un paisaje?
El interés y la preocupación que causaron en Yu las transformaciones y el deterioro en el paisaje que lo vio crecer, lo llevaron a plantear maneras de preservar y mejorar el paisaje en el contexto del rápido crecimiento urbano que se ha dado en China en las últimas décadas, llegando a su idea de las ciudades esponja. El sitio web de su despacho, declara:
Yu define la arquitectura del paisaje como el arte de la supervivencia. Sus principios rectores de diseño son la apreciación de lo ordinario y un profundo abrazo de la naturaleza, incluso en sus aspectos potencialmente destructivos, como las inundaciones urbanas. Se inspiró en su experiencia agrícola infantil y en la antigua sabiduría de la gestión del agua y los residuos para diseñar y probar una serie de soluciones basadas en la naturaleza, incluidos humedales artificiales reforzados para la filtración de agua, ‘esponjas verdes’ para la gestión de aguas pluviales y servicios ecosistémicos. Diseño orientado a la remediación de terrenos abandonados. Luego actualizó y estandarizó estas soluciones para convertirlas en módulos de ingeniería ecológica replicables que pueden implementarse a gran escala de manera rentable para resolver múltiples problemas ecológicos urbanos de una manera simbiótica y holística.
Según puede leerse en el sitio de The Cultural Landscape Foundation, Kongjan Yu, considerado el Frederick Law Olmsted chino, “durante más de 25 años, ha dedicado su carrera a luchar contra el deterioro de las ecologías urbanas y a transformar y administrar el entorno natural y cultural. Su trabajo ha elevado significativamente el papel del diseño en el proceso y lo que los arquitectos paisajistas pueden aportar al diseñar soluciones a gran escala basadas en la naturaleza para el beneficio y disfrute del público.” Yu fue también responsable del Plan de Seguridad Ecológica de China.