En los últimos años, las asociaciones público-privadas (APPs) se han convertido en un modelo importante para ejecutar proyectos de infraestructura a gran escala en todo el mundo. Estas asociaciones reúnen las fortalezas tanto del sector público, representado por gobiernos o municipios, como del sector privado, combinando sus recursos, experiencia y poder de inversión. En el contexto de la arquitectura y el desarrollo urbano, las APPs se utilizan cada vez más para abordar las complejas necesidades de las ciudades en crecimiento, ayudando a financiar, construir y mantener proyectos críticos que serían difíciles de lograr para cualquiera de los sectores por sí solo. Pero ¿qué son exactamente las APPs y cómo funcionan en el entorno construido? Este artículo explora el concepto de APPs y proporciona ejemplos de todo el mundo para ilustrar cómo estas asociaciones están dando forma al futuro de los espacios urbanos, a veces más allá de las ganancias comerciales. Además, al explorar los diferentes proyectos, el artículo pretende desarrollar un marco en torno a los impactos potenciales positivos y negativos de las APPs.
Definir las asociaciones público-privadas
En esencia, una Asociación Público-Privada es un acuerdo contractual entre una autoridad pública y una entidad privada, destinado a prestar un servicio público o un proyecto de infraestructura. A diferencia de la contratación pública tradicional, donde el gobierno financia y opera el proyecto, las APPs involucran al sector privado asumiendo algunos o todos los aspectos del diseño, construcción, financiamiento, operación y mantenimiento.
Las APPs pueden adoptar varias formas, siendo el modelo DBFOM (Diseño, Construcción, Financiación, Operación y Mantenimiento) uno de los más frecuentes. En este modelo, el sector privado no sólo construye la infraestructura sino que también la opera durante un período de largo plazo, compartiendo riesgos inmediatos y de largo alcance con el sector público. Este enfoque permite a los gobiernos aprovechar el capital y la experiencia privados, lo que puede ayudar a ejecutar proyectos de manera más eficiente y reducir las cargas financieras públicas inmediatas.
Para las ciudades que enfrentan restricciones presupuestarias o la necesidad de proyectos de infraestructura más complejos, las APPs brindan un marco flexible. Sin embargo, el éxito de dichas asociaciones depende de acuerdos cuidadosamente negociados que equilibren el interés público y la rentabilidad privada.
Más allá de las ganancias comerciales
Uno de los beneficios clave de las APPs es su potencial para generar proyectos que van más allá de las ganancias comerciales y abordan necesidades comunitarias más amplias. Si bien el sector privado a menudo busca un retorno de la inversión, muchos proyectos de APP sirven al público mejorando los entornos urbanos, ofreciendo espacios públicos y mejorando la infraestructura que de otro modo permanecería subdesarrollada.
Un buen ejemplo es el Parque Miyashita en Tokio. Construido originalmente en la década de 1960, el parque se había deteriorado con el paso de los años, volviéndose inseguro e inaccesible. A través de una APP, y en colaboración con los arquitectos Nikken Sekkei y Takenaka Corporation, el parque se revitalizó hasta convertirlo en un espacio multifuncional que combina zonas verdes con tiendas y un hotel. Esta remodelación permitió crear un espacio público muy necesario en el corazón de Tokio, equilibrando los intereses comerciales del sector privado con la necesidad del público de espacios verdes accesibles.
De manera similar, The Bentway en Toronto transformó el terreno subutilizado debajo de la Gardiner Expressway en un espacio público animado, con planes de expandir la iniciativa a lo largo de más secciones de la autopista. Este proyecto, financiado mediante una combinación de inversión pública y donaciones privadas, ha creado un área amigable para peatones y ciclistas, que ofrece programación durante todo el año y espacios para eventos culturales. En ambos casos, el sector privado se beneficia de las oportunidades comerciales y minoristas asociadas, mientras que el público se beneficia de la mejora de la infraestructura urbana y los servicios públicos.
Equilibrar los intereses públicos y privados
Las APPs no están exentas de desafíos. Una de las consideraciones clave en cualquier APP es cómo equilibrar los intereses públicos y privados. Los gobiernos suelen celebrar estas asociaciones para alcanzar objetivos públicos, como brindar mejor atención médica, vivienda o transporte, mientras que el sector privado busca retornos financieros. Esta dinámica puede generar desafíos si las prioridades de cualquiera de las partes dominan el proyecto.
Un buen ejemplo de este equilibrio es el Visa Market Support Center en San Francisco, diseñado por Henning Larsen. Este edificio es parte del vecindario más grande de Mission Rock, una APP entre San Francisco Giants, el Puerto de San Francisco y desarrolladores privados. Si bien la sede de Visa y otros espacios comerciales brindan retornos a largo plazo para los inversionistas, el área circundante también incluye parques públicos, viviendas y espacios culturales que sirven a la comunidad.
Otro ejemplo es el Hospital Psiquiátrico de Vejle en Dinamarca, diseñado por Arkitema Architects, un proyecto de APP que se centra en la infraestructura sanitaria. Construido con financiación privada, el hospital ofrece espacios modernos y bien diseñados para el tratamiento de salud mental mientras el sector público continúa operando los servicios de atención médica. Este proyecto ilustra cómo la participación del sector privado puede mejorar la calidad del diseño y la construcción con experiencia, mientras que el sector público permanece enfocado en brindar servicios esenciales.
Variedades de proyectos APP
Las APPs no se limitan a un solo tipo de proyecto. Se utilizan en diversos sectores, desde el transporte y la atención sanitaria hasta la vivienda y la regeneración urbana. La variedad de proyectos emprendidos a través de APPs demuestra su flexibilidad y adaptabilidad para abordar los desafíos urbanos.
Por ejemplo, el Palacio de Justicia de París de Renzo Piano Building Workshop es uno de los complejos de tribunales de justicia más grandes de Europa, construido a través de una APP para consolidar varias instalaciones judiciales en toda la ciudad. Este proyecto muestra cómo se pueden utilizar las APPs para construir de manera eficiente edificios públicos que satisfagan necesidades funcionales complejas y al mismo tiempo incorporen un diseño innovador y características ambientalmente responsables.
De manera similar, desarrollos a gran escala como Hudson Yards en la ciudad de Nueva York, uno de los proyectos inmobiliarios más grandes de Estados Unidos, demuestra cómo se pueden utilizar las APPs para la regeneración urbana. Hudson Yards incluye espacios comerciales, residenciales y públicos, equilibrando la inversión privada con beneficios públicos, como parques y lugares culturales.
Desafíos y consideraciones
Si bien las APPs ofrecen importantes beneficios, potencialmente pueden enfrentar varios desafíos. Una crítica común es la posibilidad de mayores costos a largo plazo debido a la participación del sector privado. Los gobiernos pueden terminar pagando más con el tiempo a través de tarifas de servicio o pagos de disponibilidad, especialmente si los contratos no se gestionan cuidadosamente. Además, existe el riesgo de que los proyectos prioricen la rentabilidad sobre las necesidades públicas.
Hudson Yards es un excelente ejemplo de estas consideraciones integrales al explorar el modelo de APP. Si bien el plan maestro ha transformado un área de Manhattan previamente descuidada, el desarrollo también ha planteado dudas sobre la accesibilidad pública y la asequibilidad de la vivienda. Esto resalta la importancia de garantizar que los acuerdos de APP estén estructurados de manera que prioricen el interés público junto con las ganancias privadas.
Las asociaciones público-privadas (APPs) son herramientas poderosas para ofrecer infraestructura urbana compleja y demuestran cómo los sectores público y privado pueden trabajar juntos satisfaciendo las necesidades de las ciudades en crecimiento. Si bien brindan acceso al capital privado y a la innovación, su éxito depende de equilibrar los beneficios públicos con la rentabilidad privada. En última instancia, cuando se utilizan de manera efectiva, las APPs pueden ayudar a crear espacios urbanos bien diseñados, funcionales y accesibles que van más allá de las ganancias comerciales y sirven a la comunidad en general.