Insertado en un paisaje montañoso, este museo dedicado a los pintores Xiao Feng y Song Ren se sitúa a los pies de la montaña Daci, en el distrito de Xihu, Hangzhou. Construido con hormigón teñido de negro producido in situ, el edificio serpentea de forma orgánica y dialoga con el entorno natural. Pasando por debajo de un puente, los visitantes acceden a la entrada a través del patio interior, que introduce el carácter introspectivo al conjunto.
El recorrido expositivo sigue la forma circular del edificio, que se estrecha y se ensancha en distintos puntos para abrirse ocasionalmente hacia el paisaje exterior. Rampas suaves conectan los diferentes niveles y permiten experimentar el espacio desde diversas alturas. La geometría se quiebra hacia el patio mediante volúmenes salientes que se abren con amplias ventanas. Con una superficie construida de 1.298 m², el museo se despliega como un conjunto escultórico de galerías elevadas, que refuerzan el equilibrio entre masa y vacío, contención y apertura. Visto desde arriba, se percibe como una incisión precisa en el paisaje verde.











