Vivir en la ciudad tiene numerosas ventajas, como son la cercanía (mayor o menor) del lugar de trabajo, restaurantes, eventos y espacios culturales y la mayor oferta en todo tipo de productos y servicios. Pero hay una gran desventaja: tener la naturaleza lejos. No obstante, a menudo podemos disfrutar de un balcón, patio, terraza o jardín (de menos a más) propios, y si los acondicionamos y cuidamos bien, nos proveerán con numerosos momentos de felicidad en verano tanto como en invierno.
En este post, la plataforma de servicios Zaask comparte con nosotros cuatro ideas para que transformemos estos espacios exteriores en pequeños paraísos:
Un balcón donde comer al fresco
Si el balcón es mínimo, no podrás. Pero por poco que te quepa una mesa y un par de sillas, ya lo tienes. De repente, ¡tu casa ganará enteros! Y usarás un espacio que hasta ahora sólo lo ocupaba la bici o trastos viejos y, con un poco de suerte, un huerto urbano.
Un conjunto de mesas y sillas de exterior puede costar cerca de 400 €. Aunque claro, ¡a nadie le gusta cenar a oscuras! Así que invierte un poco en iluminación exterior.
Un patio para barbacoas
Es posible disfrutar de una barbacoa con amigos en un patio o en la azotea; deja atrás esa idea de que las BBQ sólo son en enormes casas de campo o en casas unifamiliares parte de un complejo residencial… Puedes hasta plantearte una barbacoa de obra por unos 850 € (precio medio) o, si optas por una prefabricada, los precios comienzan en los 200 €.
En el caso de que quieras vender o alquilar la casa en el futuro, ¡la barbacoa es un plus!
Una terraza donde tomar el sol
Si eres una iguana y quieres una terraza donde tomar el sol, tu combinación ideal es césped sintético (10€ / m2) y algo de plantas. Si además dispones de un tejado o toldo que te dé un poco de sombra, podrás invertir también en un sofá modular de exterior; los hay para todos los bolsillos: desde 300€ a 500€. Para completar el conjunto, una mesa auxiliar te permitirá apoyar la cerveza bien fresquita (50€ aprox.).
Un jardín zen
La ciudad puede ser estresante (bueno, la verdad es que los estresados somos nosotros, no la ciudad, pero ya pillas la idea…) y disponer del jardín de tus sueños donde pasear descalzo y respirar hondo, suena a gloria.
Es posible tener un espacio que evoque momentos de relajación, introspección y un ambiente más espiritual. Construir un deck (tarima de madera) como pavimento, por ejemplo, hará que el suelo sea más cómodo y cálido que uno de cerámica (coste medio de 65 €/m2). Colgar una hamaca entre dos columnas o entre una columna y una pared, te proporcionará siestas memorables (60 €). Decorar con almohadas grandes o pufs también contribuirá a un ambiente que invita a la relajación y clases de tai chi. Y luego, llénalo todo de plantas y arbustos, aunque es importante saber elegir las plantas de exterior más adecuadas para tu jardín.
Finalmente, no te olvides de la iluminación, que debe ser cálida. Apuesta en candelabros de pared, por ejemplo, para no robar más espacio al jardín o terraza
