Ubicado entre los imponentes cañones del río Apurímac, en el distrito cusqueño de Santa Teresa, el Parque Arqueológico de Choquequirao —conocido como “el otro Machu Picchu”— conserva una monumental ciudadela inca de piedra que se extiende por más de 18 km². Pese a su riqueza histórica y paisajística, el sitio apenas recibe 8,000 visitantes al año, una cifra muy inferior al millón y medio que atrae Machu Picchu, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Uno de los mayores desafíos para integrar Choquequirao al circuito turístico del Cusco es la limitada accesibilidad. A diferencia del recorrido tradicional que parte de la ciudad del Cusco, continúa por el Valle Sagrado y culmina en Machu Picchu, llegar a Choquequirao implica una exigente caminata de varios días, lo que ha limitado significativamente el interés de los viajeros. “No es una excursión para cualquiera. Requiere buena condición física y aclimatación, lo que reduce su alcance”, explicó Carlos González, presidente de la Cámara de Turismo de Cusco.
La situación podría cambiar radicalmente con la puesta en marcha del proyecto del Teleférico de Choquequirao, anunciado recientemente. Esta obra reducirá el tiempo de acceso de dos días a solo 20 minutos y mejorará considerablemente las rutas terrestres. Con ello, se espera atraer más de un millón de visitantes al año. “Este teleférico permitirá cerrar un circuito turístico regional completo: desde Cusco y Machu Picchu hasta Santa Teresa, Choquequirao y Apurímac. Será un impulso no solo al turismo, sino a la economía de ambas regiones”, añadió González.
Actualmente, la ruta más común para llegar a Choquequirao parte de Cusco hacia Cachora (Abancay), con un trayecto de entre 4 a 5 horas por carretera. Desde allí, se asciende al mirador Capuliyoc y se inicia una caminata de dos días con acampada en Marampata. El costo de entrada es de S/60 para extranjeros y S/40 para nacionales. Otra ruta menos frecuentada parte desde Huanipaca (Apurímac) y llegará a conectarse con el teleférico sur. Asimismo, en el futuro, un segundo teleférico partirá desde la zona de Abra San Juan, conectando con Maizal y culminando en Choquequirao, ideal para quienes deseen continuar el circuito desde Machu Picchu.
Más allá de sus estructuras incas, Choquequirao ofrece una experiencia única por los paisajes que se atraviesan en el trayecto. Para González, esto es parte del valor del destino: “El turismo competitivo y sostenible no se basa solo en monumentos, sino en vivencias. Si promovemos el viaje como una experiencia cultural integral, lograremos que los visitantes se lleven no solo fotos, sino un verdadero vínculo con el Perú”.