El clúster textil Gamarra es uno de los principales en la región, motor esencial de la economía peruana y un símbolo del emprendimiento nacional. Este emporio comercial es una fuente masiva de ingresos y empleo: se estima que moviliza más de $180 millones de dólares anuales en ventas y sustenta más de 100,000 puestos de trabajo directos e indirectos, según gremios empresariales como la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Sin embargo, su éxito coexiste con un profundo deterioro urbano y social. La zona se caracteriza por el caos, el desorden, la alta congestión vehicular y peatonal, y una falta de espacios cómodos para transitar debido a la proliferación de vendedores informales.
El ambiente de hacinamiento y desorden, además de ser un foco de inseguridad, genera lo que los expertos llaman un «costo invisible». El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que las pérdidas de productividad por la congestión y el desorden en las grandes ciudades de la región pueden alcanzar hasta un 4% del Producto Bruto Interno (PBI), afectando directamente la eficiencia y la calidad de vida de comerciantes y compradores.
En el marco del Día Mundial del Urbanismo que se celebra cada 8 de noviembre, los estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Diseño de UCAL participaron en una hackatón, un concursoque los retó a proponer soluciones reales a diferentes espacios urbanos usando tecnología, diseño práctico y considerando las ODS de la ONU, para imaginarlos en el futuro y hacerlos sostenibles. La propuesta ganadora se enfocó en el corredor del tren de Gamarra, una de las zonas de mayor riesgo debido a la mezcla de comercio intenso con el paso de la vía férrea y pistas de alto tránsito.
Con una visión de arquitectura con propósito y de alto impacto social, los futuros arquitectos de UCAL visualizaron el proyecto “Red Peatonal Gamarra 2050: Evolución, Integración y Futuro Sostenible” que mejora el orden en este tramo cercano al cluster textil, contempla áreas verdes, crea vías peatonales y mejora la visita a este lugar.
La propuesta principal es la creación de un corredor de seguridad mediante una peatonalización inteligente, que utiliza plataformas elevadas o corredores definidos para establecer de manera segura y fluida los accesos y circulaciones de las personas separadas del tráfico y las vías del tren. Este enfoque no solo organiza y apoya el comercio, sino que previene accidentes y facilita el control, lo que se traduce en una reducción significativa de la percepción de riesgo en la zona.
En ese sentido, José Ignacio Pacheco, decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño de UCAL, enfatizó que “la arquitectura es una herramienta estratégica para la seguridad, el orden y la salud pública en Lima. Por eso, desde UCAL, promovemos la resolución de retos reales durante la formación de nuestros estudiantes, impulsamos el uso de tecnologías y el prototipado con IA, así como, la visualización de espacios a futuro que sean sostenibles y creen una solución innovadora y de impacto real en nuestra sociedad”.
«Estudios de ‘Diseño y Prevención del Crimen” han demostrado que la mejora de la iluminación y el orden en espacios públicos puede reducir la tasa de delitos hasta en un 20%. Al aplicar esta lógica a zonas complejas como Gamarra, nuestros estudiantes están diseñando para reducir la percepción de peligro y el estrés crónico en los usuarios, devolviendo a miles de comerciantes y clientes su tranquilidad y mejorando radicalmente su calidad de vida», destacó el experto.
Finalmente, la iniciativa de UCAL pone en relieve cómo la nueva generación de profesionales está lista para abordar los desafíos urbanos de Lima. Integrando la tecnología de punta y buscando transformar entornos caóticos en espacios ordenados que contribuyan activamente al bienestar, la salud emocional y la productividad de la comunidad. Esta aproximación demuestra que la planificación urbana estratégica es la única vía para construir ciudades más humanas y resilientes.






