El papel de la arquitectura en un centro de acogida para niños va más allá de la simple construcción de un espacio físico; se trata de concebir refugios que promuevan la curación, protección y oportunidades de desarrollo. En medio de la vulnerabilidad de sus pequeños usuarios, el ambiente arquitectónico se convierte en un elemento crucial para su recuperación emocional. Cada detalle del espacio – desde la iluminación natural hasta la disposición de los ambientes – contribuye a crear una atmósfera de seguridad y acogida, favoreciendo no solo el bienestar físico, sino también el fortalecimiento psicológico y social de los niños.
Ante traumas, negligencias y condiciones de vida adversas, una arquitectura bien planificada devuelve la dignidad a los niños, proporcionando una sensación de estabilidad esencial para aquellos que han sido privados de un hogar seguro. En este contexto, la organización del espacio, la selección cuidadosa de los materiales y el diseño de los ambientes interiores y exteriores desempeñan un papel crucial en la creación de una atmósfera acogedora. Ambientes iluminados por luz natural, bien ventilados y decorados con colores suaves ayudan a reducir la ansiedad y el estrés, mientras que espacios amplios y aireados fomentan la libertad de movimiento y la expresión personal.

Alrededor del mundo, muchos centros de acogida han sido construidos con estos principios en mente, incluyendo desde los clásicos como el Orfanato de Ámsterdam de Aldo van Eyck, de la década de 60, hasta los más contemporáneos, como la premiada Moradia para Niñas Huérfanas de ZAV Architects, construida en Irán en 2014. Se trata de iniciativas públicas o privadas que buscan promover el bien común a través de la arquitectura, proporcionando apoyo no solo material, sino también emocional y psicológico.

Estos centros están esparcidos por diferentes partes del mundo y, independientemente del presupuesto disponible o de su localización —ya sea en áreas rurales de África o en grandes ciudades de Europa—, comparten un objetivo común: proporcionar un hogar temporal donde los niños puedan recuperarse, desarrollar sus potencialidades y encontrar esperanza para el futuro. Son iniciativas que destacan la importancia de una arquitectura humanitaria, que transforma espacios en agentes de cambio social, asegurando que los niños vulnerables puedan reescribir sus historias en ambientes que promueven dignidad, protección y desarrollo integral.
Consulta a continuación 10 proyectos de centros de acogida para niños en situación de vulnerabilidad esparcidos por todo el mundo.

Casa-abrigo De Sibbe para crianças / Atelier M Architects + Planners bv

Moradia para Meninas Órfãs / ZAV Architect

Centro de Bem-Estar para Crianças e Adolescentes / Marjan Hessamfar & Joe Vérons

Casa de Acolhimento para Menores / CEBRA

Casa Kisito / Albert Faus

Orfanato Falatow Jigiyaso / F8 architecture + Gérard Violante

Centro Infantil Econef / Asante Architecture&Design + Lönnqvist & Vanamo Architects

Nakuru Project / Orkidstudio

Abrigo Infantil da Fundação Cruz Vermelha na Tailândia / Plan Architect
