El Estadio Santiago Bernabéu es ahora reconocido como un símbolo de Madrid, España. Siendo hogar del equipo de fútbol Real Madrid, el estadio construido en 1947 ocupa una posición clave en la ciudad, adyacente a una importante vía de tránsito, y ha pasado por varias renovaciones desde su inauguración, la mayoría destinadas a aumentar su capacidad. Un importante proceso de modernización comenzó en el año 2012, siguiendo un concurso internacional. El equipo de diseño ganador fue L35 Architects, en colaboración con GMP y Ribas & Ribas. El proyecto de remodelación tuvo como objetivo redefinir la relación del edificio con los espacios urbanos circundantes, mejorar la accesibilidad e integrar más actividades, desde deportivas hasta de ocio, comerciales y socio-culturales.
Para introducir este programa de usos mixtos, L35 Architects continuó su investigación y experiencia en la diversificación de las funciones de los estadios, como se ejemplifica en la renovación del Estadio Simón Bolívar en La Paz o el Complejo Deportivo-Cultural Campín en Bogotá. El objetivo principal del proyecto era crear una nueva entrada principal para el público buscando reforzar la relación del estadio con la ciudad. En el lado de la Castellana, fachada este, la plaza fue nivelada para dar lugar a esto. La solución arquitectónica plantea crear un punto de referencia reconocible y un gran vestíbulo para el Estadio Santiago Bernabéu.
La fachada oeste se reinventa en conexión con una nueva plaza, actuando como antesala al acceso principal. El acceso vehicular está organizado en esta área, camuflado a través de la vegetación y el paisajismo. Además de las nuevas funciones, se mejora la estructura operativa del estadio, con un túnel logístico añadido entre las cimentaciones existentes. Esto permite un servicio operativo más eficiente de todo el estadio sin interferir con su funcionamiento regular en los días de partido.
Las fachadas también han sido sometidas a una extensa remodelación. Se ha diseñado un nuevo sistema de revestimiento flexible para el estadio con la intención de readaptar la imagen del edificio a la escala de la ciudad. La geometría de la nueva envolvente presenta superficies curvas que reflejan la luz dinámicamente, creando una percepción fluida a nivel peatonal. El volumen del estadio se ajusta con las perspectivas de la calle, asegurando que visualmente domine y organice su entorno. El revestimiento se adapta a las necesidades del programa, expandiéndose o retrocediendo mientras mantiene la unidad, y actúa como una piel de acero permeable con aberturas para luz y aire, asegurando ventilación natural. El acero reflectante y las curvas desmaterializan la fachada, reduciendo su volumen aparente y mejorando la integración con su entorno.
La decisión de una geometría asimétrica y fluida en la fachada se tomó temprano, cuidadosamente pensada. Seguimos trabajando en ella para cumplir los objetivos que queríamos lograr. Junto con Ernesto Klingenberg, dibujamos una serie de bocetos, buscando una envolvente externa que reflejara el espíritu del deporte y que no fuera estática: una fachada dinámica. Una fachada que cambiaría a medida que el transeúnte se moviera alrededor del estadio. Estos bocetos se convirtieron en la génesis de la idea del Nuevo Santiago Bernabéu» relata Tristán López – Chicheri, CEO y socio principal de L35 Architects
La infraestructura deportiva de una ciudad generalmente proporciona algunos de sus hitos más representativos, pero una integración deficiente puede transformar fácilmente estas estructuras en elefantes blancos difíciles de usar. Para evitar esto, los estadios y recintos deportivos a menudo atraviesan procesos de renovación extensos para garantizar su viabilidad a largo plazo. En algunas ocasiones, sin embargo, las remodelaciones se consideran demasiado difíciles y las estructuras se proponen para la demolición y reemplazo. Un ejemplo es el icónico Estadio Giuseppe Meazza de Milán, también conocido como San Siro, o el icónico Estadio Sardar Vallabhbhai Patel de Ahmedabad, diseñado por Charles Correa.