El Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) lleva varios años gestionando un campus de investigación y docencia en una finca reconvertida en las afueras de Barcelona. Los estudiantes ahora han agregado un invernadero a la propiedad.
En los Valldaura Labs, profesores y estudiantes del IAAC quieren desarrollar modelos para una vida autosuficiente en el futuro. El instituto describe su nuevo centro de investigación, convenientemente ubicado en una antigua finca de 130 hectáreas en el Parque Natural de Collserola, al norte, como un “campo experimental que permite aprender directamente de la naturaleza para aplicar este conocimiento a la regeneración de Ciudades del siglo XXI.” de la metrópoli catalana.
En 2019, el director de IAAC, Vicente Guallart, y su oficina renovaron el edificio semiabandonado, construido en 1888, para la IAAC. Hoy en día hay, entre otras cosas, un Energy Lab, un Food Lab y un Green Fab Lab.
Los estudiantes aprovecharon la pronunciada pendiente de la propiedad en la ladera para crear una construcción inusual de invernadero de dos pisos. En el nivel inferior, las plántulas se cultivan en estantes antes de que alcancen su plena madurez en el nivel superior. A la hora de adquirir los materiales, el equipo de planificación siguió una estrategia de kilómetro cero: la madera de construcción procede de los bosques que rodean la finca, mientras que el vidrio y el hormigón (para los cimientos) fueron suministrados por empresas de las inmediaciones.
© Adriá Goula
El techo adosado del invernadero está inclinado asimétricamente hacia el sur para aprovechar al máximo la radiación solar. Uno de cada dos cristales del acristalamiento del tejado, que se superpone como una teja, está equipado con células solares. Proporcionan energía para las luces LED de luz negra, cuyo objetivo es promover el crecimiento de las plantas incluso al anochecer. Un sistema de riego automático suministra alimentos y agua a los comederos de las plantas. El sustrato vegetal también se obtuvo según el principio de residuo cero. Las plantas no tienen sus raíces en la tierra, sino en el aserrín, que es un residuo del Fab Lab de Valldaura Lab.
