El edificio de oficinas de una agencia de publicidad en Roeselare, Bélgica, se asienta como un cuerpo compacto de hormigón en una zona similar a un parque y se abre al espacio exterior a través de grandes superficies de cristal.
Edificio de oficinas de una agencia de publicidad en Bélgica, © Johnny Umans
Al localizar el edificio, el estudio de arquitectura belga Rohm ignoró en gran medida el barrio, que estaba formado por edificios comerciales, industriales y residenciales. La propiedad circundante se interpreta como un jardín de verano introvertido, bordeado por una pared de ladrillos existente. Las plazas de aparcamiento se encuentran aguas arriba en la zona noroeste. Desde allí, un camino sinuoso conduce a la entrada principal.
Paisaje de oficina abierta
Las funciones individuales se distribuyen en tres plantas: en la planta baja se encuentran las salas de reuniones, el estudio fotográfico y el pequeño comedor. Están integrados en un paisaje de oficina abierto que se puede dividir mediante cortinas dispuestas en círculo. Tres núcleos de hormigón proporcionan una zonificación espacial adicional. Aquí se encontraban, entre otras cosas, los aseos, una escalera de dos tramos, el guardarropa y un almacén.
Cantina, © Johnny Umans
Geometrías circulares
La geometría circular de las zonas libremente intercambiables también se puede encontrar en otros lugares, por ejemplo en la entrada principal, que está marcada por una abertura redonda con un patio y una escultura de acero móvil situada al lado. En el interior, un atrio circular excavado en el techo de hormigón conecta la planta baja con las zonas de oficinas de los dos pisos superiores. Las fachadas de postes y vigas de aluminio acristalado se abren hacia los lados noroeste y sureste del jardín y están sombreadas por los árboles adyacentes. Los otros dos lados del edificio están casi completamente cerrados para reducir la carga de calor del verano.
Entrada principal circular, © Johnny Umans
Matices de color
Las paredes de hormigón visto del edificio forman un fondo tranquilo para el mobiliario interior. La mayoría de ellos se mantienen en blanco, como los armarios empotrados o los escritorios. Sin embargo, los arquitectos diseñaron detalles de diseño precisos con matices coloridos y superficies expresivas como parte de un brutalismo lúdico.
Detalles de diseño precisos
Se pueden encontrar detalles en amarillo en todo el edificio, desde el interior de las cortinas hasta las alfombras circulares, los accesorios de los gabinetes y los interruptores de luz. También hay una placa de terrazo para el mostrador del comedor. Los arquitectos también colocaron jardineras en la abertura redonda del techo, que introducen un pequeño trozo de jardín en el edificio.