En el diseño arquitectónico, nuestras interacciones con organismos no humanos han involucrado predominantemente la creación de barreras para excluirlos del ámbito humano. Pero, ¿qué pasaría si adoptamos un enfoque diferente? El diseño entre especies es un movimiento que coloca a los organismos no humanos, como hongos, insectos y diversos animales, en pie de igualdad con los humanos. Esta filosofía de diseño proporciona marcos que fomentan relaciones no jerárquicas con otras especies. Al hacerlo, cultiva la empatía por otras formas de vida y cambia nuestra perspectiva sobre el mundo que nos rodea. Su objetivo no solo es lograr un enfoque de cero emisiones, sino también buscar la colaboración con organismos no humanos para desarrollar entornos beneficiosos para todos. A continuación, exploramos algunas tecnologías emergentes de materiales diseñadas para beneficiar tanto a los humanos como a otras formas de vida.
Materiales a base de micelio
El micelio es una red de hongos fabricada mediante un proceso biotecnológico. Puede crecer inoculándolo en elementos agrícolas crudos como paja, granos, gránulos de café o aserrín. La temperatura, la humedad y el acceso al oxígeno y la luz pueden afectar enormemente a la forma, la composición y las propiedades de este biomaterial, que esta siendo investigado ampliamente y tiene el potencial de servir para muchos propósitos diferentes según la forma en que se diseñe. Se ha demostrado que es adecuado tanto como retardante de fuego como estructuralmente, por lo que varias empresas ya están trabajando en el desarrollo de aislamiento certificado y paneles acústicos a partir de micelio.
Blast Studio en Londres ha demostrado que se le puede dar cualquier forma, hacer crecer hongos y potencialmente fomentar otros tipos de vida. El estudio recoge tazas de café usadas y las utiliza como biomaterial imprimible en 3D. Luego, lo inoculan con micelio y lo imprimen en 3D para darle formas, permitiendo que el organismo crezca. La forma de las arrugas en las columnas se desarrolla para proporcionarle capacidad estructural y suficiente sombra y humedad para favorecer el crecimiento del micelio. Dado que el micelio inyectado en la estructura está vivo, la columna puede hacer crecer hongos. Luego, el material se seca para crear un elemento de apoyo estructural. Uno de sus proyectos futuros involucra el diseño de un pabellón al aire libre que utiliza la misma tecnología para crear formas intrincadas que también pueden fomentar otras formas de vida.
Hormigón para el crecimiento de la vida marina
«Econcrete» es una tecnología de concreto diseñada para fomentar la vida marina en infraestructuras costeras. Utiliza aditivos para hormigón químicamente diseñados y moldes que crean texturas de superficie complejas para promover el crecimiento de organismos como ostras, corales y percebes. La forma, textura y mezcla de concreto diseñada permiten el desarrollo de ecosistemas alrededor de la infraestructura. Además de apoyar una vida marina saludable, también agrega una capa de bio-protección estructural a la infraestructura, aumentando su estabilidad y longevidad.
«Living Breakwaters» en Nueva York utilizó esta tecnología para crear una infraestructura de rompeolas en Staten Island. Con alrededor de 731 metros lineales de rompeolas cerca de la orilla a lo largo de la costa sur de Staten Island, se desarrolló para romper las olas, reducir la erosión de la línea de costa y proporcionar una variedad de espacios de hábitat para ostras, peces y otras especies marinas. Las ostras desempeñan un papel importante en el diseño, ya que una vez que su población se expanda con el tiempo, se formarán rompeolas más densos que ofrecerán una mayor protección costera.
Estructuras de suelo impresas en 3D
En la UVA, los investigadores están desarrollando una forma de imprimir en 3D suelo mezclado con semillas para cultivar plantas. Sus prototipos utilizan «tinta de tierra», compuesta por suelos y plantas locales mezclados con agua. Con el tiempo, estas estructuras brotan y se cubren de vegetación. Esta tecnología tiene el potencial de incorporar biomateriales y ecosistemas activos en la arquitectura. Según la UVA, si se utilizan como muros verdes y techos, también podrían brindar beneficios como aislamiento natural y prevención de inundaciones.
Ladrillos para abejas
Los ladrillos para abejas se desarrollan para acomodar abejas solitarias. Fueron diseñados por Green&Blue, una empresa que crea productos para integrar aves, murciélagos y abejas en edificios. Estos bloques reemplazan un ladrillo en la pared y proporcionan un lugar de anidación para abejas solitarias. Según Green&Blue, las abejas han anidado en trabajos de ladrillo y mortero en ruinas durante años. Este producto crea rincones y grietas intencionales para que estas especies encuentren hogares, intentando abordar una disminución de la población de abejas en el Reino Unido, creada por cambios en el uso de la tierra que han llevado a la pérdida de hábitat. Si bien ha habido algún debate sobre la efectividad de estos ladrillos por parte de científicos, se espera que esta sea una oportunidad para estudiar este tipo de enfoque más a fondo y explorar sus riesgos y beneficios a largo plazo.
Abandonar un enfoque centrado en el ser humano puede que nunca sea posible debido a nuestro sesgo inherente. Sin embargo, es esencial desaprender nuestra forma jerárquica de pensar en relación con el mundo que nos rodea y otras especies, una forma de pensar que solo ha demostrado ser desastrosa. Reconocer el lugar de la humanidad dentro de una red más amplia de organismos vivos es clave para construir una arquitectura más resiliente.