Cada 1 de julio, el Parque Nacional Huascarán—un paraíso rodeado de imponentes glaciares que conforman la Cordillera Blanca en Áncash— celebra un año de creación como área natural protegida por el Estado. Hace unos días, su aniversario 49 coincidió con la reapertura de vuelos comerciales entre Lima y Huaraz (45 minutos) tras la remodelación del aeropuerto de Anta en Carhuaz. Pese a que cada año, miles de turistas visitan esta zona, a la fecha, el volumen de visitantes no se ha recuperado a los niveles de prepandemia. Al cierre del 2023, el Parque Nacional Huascarán recibió 197,586 turistas, lo que significó una reducción de 19.4% en relación a lo registrado en 2022 (más de 245,000 visitas), y un 51,3% menos que en 2019.
“El 2023 fue nuestro peor año debido a las marchas. Ahora con el nuevo vuelo de Latam a Anta, ha levantado el turismo en la Cordillera Blanca”, expresa a Gestión Mariana Gonzales, gerente del Hotel boutique Cuesta Serena, ubicado a tres minutos del Aeropuerto de Anta-Huaraz y cerca de la laguna de Rocotuyoc.
El Parque Nacional posee 532 glaciares y 410 lagunas, además de que el estado de conservación de sus ecosistemas es el eje principal de la economía local. En las faldas de cada nevado, se ubican de manera estratégica hoteles que ofrecen, además del alojamiento, paquetes turísticos para disfrutar todo el ecosistema natural. “Acabamos de abrir un restaurant nuevo porque con la llegada de vuelos, incrementarán los turistas a la zona de la Cordillera Blanca”, agrega.
Recorrer este lugar es un viaje por la historia del Perú debido a la imponencia de la geografía. En el Parque Nacional Huascarán se puede practicar excursionismo o senderismo, bicicleta de montaña, esquí, escalada y un turismo vivencial para conocer la cultura originaria.
El 80% de los clientes de Cuesta Serena son turistas locales, el 5% de Estados Unidos y 2% de Brasil. “Lo que va a venir es un sector internacional que buscaba el acceso directo a la Cordillera Blanca. Esto va a impulsar el turismo en esta zona del Callejón de Huaylas”, indica Gonzales. Cuesta Serena es un hotel boutique de lujo que tiene ocho habitaciones con mirada a los siete picos de la Cordillera Blanca. Cuentan con restaurant gourmet (Huayrongo) que ofrece una gastronomía peruana novandina, muy propiamente de la zona de Áncash.
Los precios por noche oscilan entre los US$ 280 (S/1,064) hasta US$ 500 (S/1,900) incluyendo desayunos. Además, cuentan con paquetes turísticos con un valor mínimo de US$ 1,400 para dos personas a todos los atractivos de la zona. “Es un hotel de lujo y es venir a vivir la experiencia de la Cordillera Blanca”, señala.
Las temporadas altas en este sitio turístico son los meses de abril en Semana Santa hasta noviembre. “El clima ha permanecido agradable para el visitante. Debido al calentamiento global, la temporada de lluvias es escaza ahora”, indica. Al frente del Cuesta Serena se pueden visualizar siete nevados como el Huascarán norte y sur, Copa, Hualcán, Vallunaraju, Uru.
Copacabaña Lodge
Otro de los hoteles boutique ubicados en el corazón de la Cordillera Blanca y en las faldas del nevado Copa es el Copacabaña Lodge. Su estratégica ubicación a solo 12 kilómetros del aeropuerto (30 minutos), dicho hotel espera con ansias revitalizar el turismo en la región.
El propietario, Bruno Reviron, comenta a Gestión que la ocupación del hotel está completa para la temporada de Fiestas Patrias. “El año pasado sufrimos una crisis terrible, especialmente debido a las huelgas a principios de año”, recordó.
El Copacabaña Lodge ofrece habitaciones, desde individuales matrimoniales a S/444 hasta familiares, que pueden alojar hasta siete personas en un minidepartamento con tres habitaciones, por S/999, incluyendo desayunos.
Reviron recibe con entusiasmo la reanudación de los vuelos comerciales hacia Anta, sin embargo anticipa que en 2025 recién se verán los grandes cambios: “Este año recién se está reanudando. Mucha gente no sabe que hay vuelos disponibles. Los primeros vuelos baratos vendidos son principalmente para locales. Tenemos mucha esperanza para el próximo año, que será muy bueno para nosotros”, refiere.
Copacabaña Lodge cuenta con 12 habitaciones y ofrece diversas actividades como circuitos, avistamiento de animales, biohuertos, caminatas a cataratas y al nevado. “También somos operadores de turismo, organizamos trekking, tours tradicionales y traslados desde el aeropuerto, un servicio que ofrecemos desde Huaraz”, añadió. Los precios varían según el servicio, incluyendo comidas. “Los tours completos desde Huaraz, para grupos de 2 a 8 personas, cuestan S/1,000.”
Reviron también mencionó que el turismo receptivo, especialmente desde Europa, está empezando a regresar después de cuatro años. Señala que actualmente, están trabajando principalmente con clientes locales, el 80% proveniente de Lima y 15% de la costa entre Chimbote, Trujillo y Chiclayo.
Cordillera Blanca Lodge
El hotel Cordillera Blanca Lodge, fundado en 2005 por el británico Charlie Good, está ubicado en Yungay, a la altura del Parque Nacional Huascarány a unos kilómetros de las lagunas de Llanganuco, ofrece habitaciones con precios desde US$ 200.
“Es ideal para quienes buscan hacer ciclismo de montaña, caminatas y montañismo o relajarse en la naturaleza”, indicó la propietaria. Las ventanas de las habitaciones tienen vista al nevado Huascarán sur, además de tener su propia laguna Queushu. “Ahí comienza toda la aventura turística”, agregó. Ofrecen tres opciones de suites (Llanganuco, Vista Andina y Pachamama) para familias, amigos o parejas con precios por noche desde los US$ 198 hasta US$ 398.
Los atractivos de la Cordillera Blanca ofrecen una conexión maravillosa con la naturaleza, el paisaje y mucho disfrute. “Está muy bien ubicado para hacer trecking y recorrer las lagunas”, agregó.
Con el retorno de los vuelos comerciales, el titular del Gobierno Regional de Áncash, Koki Noriega, proyectó hace unas semanas que al cierre de año esperan recibir a más de 260,000 visitantes, lo que implica un incremento de hasta cuatro veces.
“Nuestro objetivo es que las visitas a Áncash se multipliquen hasta 10 veces. Somos una región netamente turística, tenemos los recursos. La naturaleza nos ha bendecido. En la costa tenemos hermosas playas y en la sierra contamos con nevados, lagunas, sitios arqueológicos, gastronomía y cultura”, sostuvo.
En corto:
Según el Ministerio de Comercio, Exterior y Turismo (Mincetur), todas las tres categorías de hoteles en Áncash registraron una contracción al cierre del 2023. Arribos en tres estrellas en Áncash cayeron 9% (120,879 ocupaciones), en dos estrellas fue de 0,5% (514,000) y de una estrella (-15,5%) con 109,379 reservas.