A nivel global, la arquitectura contemporánea continúa indagando en herramientas y metodologías de diseño para integrar la naturaleza en los espacios habitables dado sus comprobados beneficios y aportes a la mejora en la calidad de vida de las personas. Si bien existen diferentes creencias religiosas alrededor del mundo, la arquitectura religiosa por lo general se expande más allá de sus usos y funciones para conectar con lo sagrado. Sentidos, memorias y emociones se transmiten en estos espacios a partir del uso de ciertos materiales, organizaciones espaciales y hasta sonidos y aromas que potencian las experiencias en atmósferas de espiritualidad, divinidad y reflexión. En México, Chile, Ecuador, Brasil o Uruguay, proyectos de espacios de culto abiertos al exterior dan cuenta de una arquitectura capaz de adaptarse a diferentes entornos naturales manteniendo la premisa de que cada religión se encuentra ligada a una identidad social y demanda un vínculo particular con su comunidad y su paisaje circundante.
En América Latina, el catolicismo ha sido parte de la construcción de la compleja identidad de sus pueblos en diversas formas, quedando la Iglesia como una institución influyente en la vida social. Como se expone en «Arquitectura religiosa moderna preconciliar en América Latina» de Francisco Ramírez Potes, la religión exhibía un papel dominante en la vida cultural y social de los distintos pueblos hasta el siglo XIX pero, a partir del proceso de secularización característico de la cultura moderna, su rol se desplazó y los nuevos escenarios de la vida social lo fueron demostrando al mismo tiempo que acusaban los cambios técnicos y artísticos. La práctica arquitectónica buscó refundarse tras revisar sus valores y formas, dando lugar a múltiples exploraciones en la arquitectura religiosa moderna.
Desde Oscar Niemeyer o Luis Barragán hasta Eladio Dieste o Ricardo Legorreta, varios arquitectos y arquitectas emblemáticos de la región latinoamericana han diseñado edificios religiosos en diálogo con sus entornos siendo reconocidos como hitos urbanos en algunos casos. Recurriendo a juegos de luces y sombras, experimentaciones con reflejos, diferentes tonalidades de colores y demás, estos espacios son capaces de despertar todos los sentidos y generar ambientes de introspección, relajación y conexión. En el marco de la arquitectura contemporánea, numerosos profesionales apuestan por crear espacios de culto, reflexión, silencio y oración en entornos al aire libre, sin cerramientos verticales u horizontales, integrando los climas tropicales, húmedos, cálidos o fríos de cada sitio para volverlos parte de la vivencia interior. Ya sea desapareciendo en el paisaje como la Capilla de la Tierra en México o destacando sobre el horizonte como la Capilla Sacromonte Landscape Hotel en Uruguay, el contacto con la naturaleza acompaña a sus visitantes en una experiencia entre texturas, sonidos y aromas naturales locales.
Sin puertas: profundizar sobre la tipología de capillas abiertas
Como describe Óscar Armando García en su libro «Capilla abierta: de la prédica a la escenificación», la tipología de capilla abierta se remonta a una resolución arquitectónica de las primeras décadas de evangelización en la Nueva España, actualmente el centro de México. Con presencia sobre el horizonte arquitectónico del siglo XVI, se considera que su objetivo era atender a un gran número de indígenas para evangelizarlos consolidando un espacio de múltiples valores y funciones para una colectividad en aprendizaje y adaptación cultural. Dejando uno de sus lados abiertos o en algunas ocasiones quedando completamente a la intemperie, varios proyectos contemporáneos se inspiran en esta tipología estableciendo, además, diferentes conexiones con su entorno. Entre viñedos, lagunas, cerros y refugios, la Capilla Sacromonte Landscape Hotel de MAPA Arquitetos en Uruguay se concibe como un amplificador del paisaje fundiéndose con su entorno tras elevar la experiencia sensorial de la naturaleza a otro nivel. Utilizando pocos recursos, surge este nuevo recinto ni cerrado ni completamente abierto, un espacio en sí mismo como parte de su entorno. De esta manera, el interior y el exterior se diluyen en una experiencia espacial difusa y ambigua coexistiendo en armonía con la naturaleza. Por otro lado, el Santuario Señor de Tula de Dellekamp Schleich + AGENdA Agencia de Arquitectura en México, retoma la tipología de capilla abierta generando un espacio de umbral entre el adentro y el afuera con límites indefinidos que dan lugar a una mayor ocupación, multiplicidad de usos, etc.
Mientras la Capilla la Escondida de Apaloosa Estudio de Arquitectura y Diseño + Walter Flores Arquitecto en La Garza, México, busca crear una conexión directa con sus usuarios, la Capilla María Catarina de Canalli Arquitetura en Irati, Brasil, se ubica en un entorno de bosque preservado de araucarias centenarias integrándose también con el paisaje. En ambos casos, y tal como la Capilla de la Tierra de Cabrera Arqs en México, se trata de capillas abiertas que a través de diferentes materiales, estrategias de iluminación y disposiciones de elementos naturales promueven espacios de relajación, meditación y oración.
Capilla Sacromonte Landscape Hotel / MAPA Arquitetos
Santuario Señor de Tula / Dellekamp Schleich + AGENdA Agencia de Arquitectura
Capilla la Escondida / Apaloosa Estudio de Arquitectura y Diseño + Walter Flores Arquitecto
Capilla de la Tierra / Cabrera Arqs
Capilla María Catarina / Canalli Arquitetura
Utilizar y/o reutilizar materiales locales
Buscando establecer relaciones entre la arquitectura y el paisaje, el empleo de materiales, tecnologías y técnicas de construcción locales se vuelve protagonista en varios proyectos de capillas, templos, sinagogas, monasterios y demás. La Capilla al pie de la Serra São José de MACh Arquitetos recurre a principios constructivos usuales en la cultura arquitectónica brasileña. Ubicada en Tiradentes, Brasil, sus muros de bloques de cuarzo denotan sutiles variaciones en los patrones de organización de las piedras y los espacios entre ellas evidenciando el trabajo artesanal de diferentes obreros durante su construcción. Afirmándose en el paisaje de manera sutil e integrada, su arquitectura plantea conectar a las personas con la naturaleza, el paisaje y el cosmos apuntando al cuidado y valorización del ambiente natural a través de la preservación de árboles existentes, el manejo del terreno y la simbiosis con el paisaje.
Mientras tanto, la Capilla de teja de Jimenez Arquitectos + FB+ estudio en Ecuador provee una solución arquitectónica con el menor recurso constructivo y económico posible del sector. Si bien la minga como medio de autoconstrucción es el recurso principal dado que todos los vecinos de la parroquia acuden diariamente a construir su capilla, la mirada se enfoca en la construcción local a partir de piedra, tierra, madera y teja. Debido a la migración del campo a la ciudad, muchas viviendas del área fueron abandonadas y las tejas prevalecieron con el tiempo. Así, este material quedó definido como el principal para su construcción por su reciclabilidad, resistencia a la intemperie y capacidad de repetición. Por otro lado, el diseño de la Capilla Ingá-Mirim de messina | rivas en Itupeva, Brasil, plantea desarmar los materiales de la antigua edificación para reutilizarlos y dotarlos de una nueva condición. Junto con los cuidadores de la granja, se llevó a cabo la construcción analizando cómo se podrían reutilizar los materiales de los viejos edificios locales. A partir de la cimentación preexistente, se presentaron tres muros de piedra de la antigua carretera donde, entre ellos, los ladrillos desarmados de la colonia permitieron crear espacios buscando la continuidad entre la construcción y el paisaje.
Capilla al pie de la Serra São José / MACh Arquitetos
Capilla de teja / Jimenez Arquitectos + FB+ estudio
Capilla Ingá-Mirim / messina | rivas
Más que iluminación: el rol de la luz natural y su integración con cerramientos móviles
La luz en los espacios religiosos está ligada a consolidar un nexo de unión entre lo sagrado y lo terrenal. Resaltando sus formas y estructuras en algunas ocasiones, la luz en la arquitectura religiosa actúa como un material adicional que permite generar una conexión entre el interior y exterior, reflejarse en ciertos volúmenes arquitectónicos y dar lugar a experiencias más profundas de espiritualidad. Por ejemplo, el Espacio espiritual El Perdido de estudio ALA en El Pescadero, México, busca mediar entre el exterior y el interior dando lugar a eventos espirituales y sociales al abrir sus altas puertas para expandir su capacidad. Más allá de construirse con materiales naturales y endémicos como la vara de arco de un arbusto local, palma, madera y muros de tierra compactada del sitio, el interior recibe ventilación natural y cruzada permanente dado que su fachada filtra luz solar y ventila continuamente.
A través del uso de cerramientos móviles, desplazables, levadizos o plegables, los espacios de culto son capaces de no solo aprovechar la ventilación e iluminación natural con ciertos fines sino también expandir sus usos hacia el exterior albergando a una mayor cantidad de personas y amplias actividades. El Centro Ecuménico de Carolina Maluhy en São Paulo, Brasil, permite albergar diferentes ceremonias de cualquier religión. En medio del bosque nativo, se plantea integrar la naturaleza con el espacio diseñando una caja rectangular de madera en su interior y vidrio en su exterior. Por otro lado, la Capilla Jesuita de Solo Eduardo también en Brasil, permite observar diferentes paisajes naturales y puestas de sol inspirando a la meditación y estados contemplativos para sus visitantes. El diseño de la capilla y sus usos se pensaron a partir de la utilización de materiales integrados con el entorno. Además, sus paredes de vidrio permiten la apertura total del frente de la capilla para recibir a más personas y aportar una libre circulación del aire dentro de la capilla.
Espacio espiritual El Perdido / estudio ALA
Centro Ecuménico / Carolina Maluhy
Capilla Jesuita / Solo Eduardo
Ahora bien, «¿cómo deberían ser los espacios sagrados del siglo XXI?» se preguntan desde MAPA Arquitetos. Si bien los cuestionamientos y debates sobre el tema adquieren diversas interpretaciones y puntos de vista, la arquitectura religiosa contemporánea plantea abordar reflexiones en torno a conceptos de materialidad, conexiones con el entorno natural, tecnologías de construcción, valores de las comunidades, nuevas espacialidades, entre otros. Profundizando aún más sobre esta temática, cabe preguntarse entonces ¿qué otros factores podrían considerarse en el diseño de espacios de culto y oración acorde a las demandas actuales de los seres humanos? ¿cómo podría potenciarse el sentido de pertenencia y vínculo de las comunidades con sus creencias desde la percepción de los espacios?
