La tienda es una de las instalaciones laborales del complejo penitenciario. Este edificio ocupa un lugar especial dentro del régimen penitenciario. Es un entorno social donde los reclusos pueden ganar algo de dinero extra y adquirir experiencia laboral. Importante considerando su resocialización luego de cumplir su condena.


El edificio de trabajo consta de tres zonas; expedición, tienda (de comestibles) e instalaciones de apoyo/supervisión. Para maximizar la flexibilidad y capacidad de adaptabilidad del edificio, la construcción se compone de cerchas de gran luz dentro de las cuales se puede dividir libremente el espacio. Las fachadas y muros interiores no son portantes y pueden modificarse con bastante facilidad. La estabilidad de la construcción se genera mediante tirantes transversales en dos direcciones entre las columnas. En el lado de las zonas de expedición, las vigas forman una marquesina con un generoso voladizo bajo el cual se puede realizar la carga y descarga en un ambiente seco y protegido.


El punto central del diseño es contribuir a la perspectiva de los reclusos sobre la vida fuera de los muros. Convirtiendo la tienda en un espacio amplio, luminoso y confortable en el que todos los componentes de seguridad (invisibles) estén integrados en el diseño del máximo cuidado posible. El uso de materiales cálidos y robustos ha creado un ambiente de trabajo que puede resistir uno o dos golpes, pero con una apariencia cómoda.

La sostenibilidad y la circularidad se han convertido en los últimos años en un pilar fundamental de la política de vivienda judicial. La construcción de la tienda se compone de columnas y cerchas de madera CLT. Las fachadas son de madera no tratada térmicamente modificada y revestimientos de policarbonato. El zócalo está formado por elementos prefabricados de hormigón epoxi.


La estructura, la fachada y el tejado se pueden desmontar completamente, de modo que con el tiempo la tienda se puede trasladar a otro lugar del complejo (o al exterior).
