Con la finalidad de hacer más accesible una vivienda nueva, las personas cada vez demandan departamentos de menor metraje porque está más a su alcance. Así, al existir una demanda por inmuebles de estas características, los desarrolladores también incorporan estos formatos a sus proyectos inmobiliarios, lo cual ha generado que incluso se diseñe en Lima una vivienda de 20 metros cuadrados (m2) y en el último Casacor 2024 se presentó un microdepartamento de 9.5 m2 para demostrar que sí se puede vivir en estas dimensiones. Pero, cómo se han ido adaptando los arquitectos a esta tendencia llamada ‘microliving’.
José Ignacio Pacheco, decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), indica que, si bien el microliving consiste en que se construyan viviendas de dimensiones menores, ello no significa que no se podrá vivir adecuadamente en estos inmuebles, ya que se adecúan a los espacios que se determinen y con un aspecto agradable.
Con ello coincide Martín Valcárcel, profesor de la carrera de Arquitectura de la UPC, quien sostiene que los arquitectos están formados para lograr resultados óptimos que favorezcan las diversas actividades que puedan desarrollarse al interior de una vivienda, diseñando espacios flexibles y multifuncionales incorporando áreas comunes que contrarresten incluso la falta de espacio.
Priorizar espacios
Para José Antonio Rodríguez, gerente general del estudio Buró Arquitectos, el concepto básico elemental de un departamento de este formato es cama-baño- cocina. De estos tres el baño es el que requiere cualidades distintas y más privadas, mientras que los demás son factibles de ser abiertos e integrados y se puede complementar con un área de lavandería y otros.
“El concepto mas importante es que sean de mobiliarios móviles y/o transformables. El diseño interior aporta muchísimo, además de la tecnología aplicada a la vivienda y la materialidad”, agrega.
Por su parte, el representante del UCAL comenta que en un espacio reducido se pondera el living o lugar de estar, ya que todo gira alrededor de este ambiente y será el que determina toda la distribución interior.
A criterio de Valcárcel, los diseñadores deben partir de la premisa de plantear soluciones prácticas frente a la problemática de espacios reducidos, brindando practicidad y confort al usuario, permitiendo al ocupante adaptarse plenamente al inmueble, pese a las limitaciones espaciales.
“Una de las primeras consideraciones para encontrar esta optimización espacial es sustituir tabiques por elementos separadores pero que permitan integrar visualmente el espacio, manejar el ingreso de luz, aprovechar cada espacio como lugar de almacenamiento de manera organizada pero que visualmente esté bien resuelto, escogiendo los acabados y mobiliarios adecuados para cada ambiente, ajustándose a cada necesidad, es decir, estar presentes sin que se noten”, explica el catedrático de la UPC.
Asimismo, añade que se da mayor espacio al dormitorio principal con la ayuda de divisiones, mobiliarios multifuncionales adaptables a usos distintos para situaciones diferentes y todo ello en el mismo espacio.