En Perú, los delitos contra el patrimonio, en especial los robos a viviendas y negocios continúan afectando tanto a grandes ciudades como a zonas en crecimiento urbano. Durante la temporada navideña y de Año Nuevo, el aumento de desplazamientos, los hogares que quedan vacíos y la mayor actividad comercial generan un escenario propicio para los delincuentes; por ello, Prosegur Alarms recomienda reforzar la seguridad mediante alarmas monitoreadas, cámaras y buenas rutinas de prevención, para que las familias y comercios puedan disfrutar las fiestas con mayor tranquilidad.
Los delitos contra el patrimonio siguen en ascenso pues al cierre de 2024 se registraron más de 392.000 denuncias por delitos de este tipo, y los estudios de seguridad ciudadana estiman que alrededor de una de cada diez viviendas urbanas fue afectada por robos o intentos de robo en el último año. Informes recientes advierten, además, que Lima Metropolitana concentra cerca del 42% de los casos de robo a domicilios y casi la mitad de los incidentes contra comercios, lo que convierte a la capital y a sus distritos periféricos en el epicentro del problema.
Principales riesgos en fin de año
Los análisis de riesgo para temporada navideña señalan que el aumento de desplazamientos, compras y uso de efectivo incrementa las oportunidades para hurtos a personas, robos en domicilios y atracos a establecimientos. A esto se suman amenazas digitales, como el monitoreo de redes sociales para identificar casas vacías o la suplantación de empresas de mensajería y servicios técnicos para obtener acceso a hogares y negocios.
En locales comerciales, la alta afluencia de público, vitrinas más cargadas y horarios extendidos incrementa el riesgo de hurto hormiga y robos organizados, especialmente donde no hay control de accesos ni sistemas electrónicos de seguridad. En viviendas, las horas de la noche y los fines de semana, cuando las familias salen a reuniones o viajes, siguen siendo ventanas críticas.
8 Tips de seguridad infaltables
Para los hogares, Prosegur Alarms enfatiza la importancia de combinar sistemas de alarma con hábitos diarios que reduzcan el “factor oportunidad”.
- Instalar una alarma monitoreada con sensores de movimiento, aperturas controladas en puertas y ventanas, y sirena disuasoria, conectada a una central de monitoreo 24/7 que pueda verificar imágenes y coordinar respuesta en caso de intrusión.
- Usar Apps de seguridad -como Prosegur Smart- para activar y desactivar la alarma, revisar cámaras en tiempo real y recibir notificaciones inmediatas ante cualquier evento, incluso cuando la familia está de viaje.
- Reforzar puertas y accesos: cambiar cerraduras vulnerables, instalar cerrojos adicionales y evitar dejar llaves escondidas en macetas o tapetes, uno de los primeros lugares donde revisan los delincuentes.
- Simular presencia cuando la vivienda queda sola: programar encendido y apagado de luces, pedir a un vecino de confianza que recoja correspondencia y evitar anunciar en redes sociales fechas exactas de viajes o fotos en tiempo real del destino.
En negocios y comercios, la recomendación es asumir la temporada como un “pico de riesgo” y ajustar la operación, el flujo de caja y la tecnología en consecuencia.
- Implementar sistemas electrónicos de seguridad: alarmas conectadas a centrales monitoreadas, cámaras con grabación y respaldo en la nube, y en puntos de venta con mercancía de alto valor, etiquetas antihurto y arcos de seguridad en accesos.
- Definir protocolos claros de apertura y cierre: realizar arqueos de caja en horarios seguros, variar las rutas al depositar dinero y evitar rutinas predecibles.
- Capacitar al personal para identificar comportamientos sospechosos (grupos que distraen al cajero, clientes que merodean sin comprar, personas que ocultan placas de vehículos) y activar alertas discretas ante cualquier anomalía.
- Integrar vigilancia física y tecnología cuando el negocio maneja inventarios costosos o grandes flujos de público, articulando rondas, monitoreo remoto y respuesta coordinada ante incidentes.
“Las cifras más recientes indican que una parte importante de los hogares y negocios ha sido afectada por robos o intentos de robo en el último año, y eso se refleja en la preocupación diaria de las personas. Frente a este escenario, planificar la seguridad con la misma dedicación con la que se preparan las fiestas, sumando alarmas monitoreadas, cámaras y buenas rutinas de prevención, permite reducir el riesgo y ganar lo más valioso en estas fechas, que es la tranquilidad de la familia y de los emprendedores”,
