Los principios de la economía circular han sido más influyentes y aplicables a la industria de la construcción. Haciendo hincapié en el uso eficiente de los recursos, las prácticas de arquitectura global son cada vez más pioneras en los modelos de reutilización y reciclaje de componentes y materiales. El concepto de «diseño para el desmontaje» se ha convertido en un enfoque innovador, especialmente en el caso de las fachadas de los edificios. Lograr un equilibrio entre las demandas de nuevas infraestructuras y la transición hacia la sostenibilidad requiere una revisión del diseño de fachada tradicional a lo largo de su ciclo de vida.
Históricamente, el sector de la construcción adoptó enfoques lineales para la construcción, con poca o ninguna consideración por el final de la vida útil de las estructuras y materiales. Los edificios que llegan al final de su vida útil generalmente son demolidos, lo que lleva a que cantidades importantes de residuos se envíen a vertederos o se incineren. Este enfoque agota valiosos recursos naturales y al mismo tiempo exacerba el daño ambiental.
En el centro de la economía circular se encuentra la idea de cerrar el círculo: transformar el modelo lineal convencional de «tomar, fabricar, desechar» en un sistema regenerativo en el que los materiales y productos se utilicen durante el mayor tiempo posible. Las fachadas de los edificios representan una parte importante de la composición material de una estructura. Aunque ofrecen una excelente oportunidad de diseñar para el desmontaje, la complejidad de las fachadas de los edificios modernos plantea un obstáculo importante para la transición hacia un modelo de construcción circular.
Si bien los avances en materiales, componentes y conexiones han mejorado el rendimiento de las fachadas, también han hecho que el desmontaje y la recuperación de materiales para su reutilización o reciclaje sean extremadamente difíciles. La mayoría de los elementos de fachada están unidos permanentemente entre sí mediante adhesivos no reversibles, lo que hace que la separación y recuperación al final de su vida útil sea una tarea difícil.
La vida útil de muchos componentes de las fachadas contemporáneas es relativamente corta en comparación con los sistemas estructurales del edificio debido a la exposición ambiental. Los ciclos de reemplazo adicionales a menudo son impulsados por estándares de desempeño cambiantes. El carbono incorporado recurrente, que proviene de las frecuentes renovaciones de materiales, puede acumularse sustancialmente a lo largo de la vida útil de un edificio.
Para adoptar la sostenibilidad y la circularidad en el desarrollo de fachadas, el diseño para el desmontaje se presenta como un enfoque proactivo que considera todo el ciclo de vida de la fachada de un edificio desde la fase de diseño inicial. El enfoque implica la creación de sistemas y componentes que puedan desmontarse, separarse y reutilizarse o reciclarse fácilmente al final de su vida útil. Esto se manifiesta en la priorización de la construcción modular, las conexiones estandarizadas y el uso de materiales fácilmente separables.
El proyecto Circle House de Dinamarca, el primer desarrollo de viviendas circulares del país, apuesta por el diseño de fachadas para su desmontaje. También en Dinamarca, Østre Havn Parking House G2 de SANGBERG Architects presenta una fachada que consta de una gama de diferentes láminas de aluminio extruido. Estos componentes son fáciles de montar y desmontar, garantizando la reutilización del material al final de la vida útil del edificio. Por otro lado, la Escuela Wisperweide de Ámsterdam está envuelta por una fachada norte que se puede desmontar para añadir más módulos a la estructura.
Si bien los proyectos, especialmente en Europa, experimentan con el diseño para el desmontaje, es importante reconocer los factores que contribuyen a su implementación exitosa en las fachadas de los edificios. Diseñar fachadas con componentes modulares y estandarizados puede simplificar el proceso de construcción al mismo tiempo que permite un desmontaje e intercambiabilidad más sencillos, promoviendo la reutilización y reduciendo los residuos. Además, el uso de conexiones reversibles, como fijaciones mecánicas o sistemas de unión en seco, favorece el desmontaje no destructivo de los componentes de la fachada. La elección de materiales fácilmente separables y reciclables, como metales, vidrio o determinados tipos de plásticos, puede mejorar significativamente el potencial circular de las fachadas.
Las tecnologías digitales como el modelado de información de construcción (BIM) se pueden aprovechar para agilizar los procesos de desmontaje mediante el seguimiento y la documentación precisos de los componentes a lo largo del ciclo de vida del edificio. La adopción de principios de desmontaje definitivamente añade complejidad al proceso de diseño de la fachada. Sin embargo, estas compensaciones deben hacerse entre los requisitos operativos, las implicaciones de costos y la separabilidad para la recuperación de materiales al final de su vida útil.
Adoptar el diseño para el desmontaje en fachadas de edificios requiere un cambio de mentalidad hacia las prácticas de construcción. Requiere una estrecha colaboración entre arquitectos, ingenieros, fabricantes e instalaciones de reciclaje para desarrollar soluciones integradas que se centren en la eficiencia de los recursos y la circularidad. La innovación continua en ciencia de materiales, técnicas de construcción y tecnologías digitales desempeñará un papel fundamental para fomentar sistemas de fachada circulares y más sostenibles.
El cambio hacia futuros sostenibles exige que la industria de la construcción adopte principios circulares. El diseño para el desmontaje de fachadas de edificios presenta un paso impactante en esta dirección. Nuevas formas de considerar el diseño en tiempo pasado, presente y futuro abrirán muchas oportunidades para la innovación y el cambio.