China lo acaba de volver a hacer: inaugurar el puente colgante más alto del mundo. El titular se repite cada pocos años. Pero es que los ingenieros chinos siguen erigiendo estructuras que desafían la geografía y al mismo tiempo rompen récords mundiales. El último ejemplo fue la presentación del puente del Gran Cañón de Huajiang, que se eleva 625 metros y recorre 2.890 metros sobre un desfiladero en la provincia de Guizhou, aproximadamente el doble de la altura de la Torre Eiffel
El Huajang conecta dos montañas que antes tardaban una hora en cruzarse; ahora el trayecto se puede completar en apenas 2 minutos. Me ha parecido realmente llamativo que además parece tener una zona para visitantes en la parte superior, convenientemente acristalada, y que incluso se puede cruzar de una torre a otra.
El proyecto de construcción del puente requirió 22.000 toneladas de cemento y acero. Mide 2.890 metros de lado a lado y el tramo principal entre las torres recorre 1.420 metros. A su finalización, superó las pruebas de resistencia cuando se pusieron encima 96 camiones cargados en puntos clave de la estructura, 33.000 toneladas en total. ¡Ah, los tiempos en que se hacían esas demostraciones con elefantes!
La provincia de Guizhou tiene ya casi la mitad de los 100 puentes más altos del mundo, incluyendo uno de 10 kilómetros sobre el río Yangti, el más largo del país.
