Situado a las afueras de Herning, el denominado Crafts College es, en realidad, algo distinto a un centro educativo tradicional. Su propósito principal es ofrecer alojamiento asequible a más de setenta jóvenes que se están iniciando en oficios de la construcción —carpintería, fontanería y pintura, entre otros— mientras trabajan como aprendices en empresas locales. La mayoría reside aquí durante cerca de cuatro años, tiempo en el que pueden complementar su formación en los talleres situados dentro del propio complejo, donde perfeccionan técnicas y consolidan habilidades prácticas.
Diseñado por el estudio de la arquitecta danesa Dorte Mandrup, el conjunto recientemente inaugurado nace como respuesta al notable descenso de los programas de formación profesional en los últimos años. La propuesta busca celebrar la relación esencial entre artesanía y arquitectura, articulando espacios que no solo alojan, sino que también enseñan a través de la experiencia directa con los materiales.
Bajo una amplia cubierta elíptica de pizarra, el edificio de dos plantas abraza un amplio patio. Tras un exhaustivo análisis meteorológico y solar, la cubierta adopta una inclinación variable y una cumbrera ondulada que optimizan la entrada de luz natural sin comprometer la protección frente al viento.
Se priorizan materiales duraderos, naturales y de bajo impacto: maderas certificadas, pizarra, granito y 700.000 ladrillos reutilizados procedentes de edificios demolidos. Estos ladrillos conservan restos de mortero y pintura, aportando una expresiva irregularidad que narra su origen. La construcción combina madera laminada y muros de carga de ladrillo o madera según su ubicación. Las piezas de madera son deliberadamente robustas para cumplir con normativas contra incendios sin utilizar productos químicos, recurriendo a especies específicas según la función: cedro para fachadas, roble para puertas y pasarelas, abeto para paneles interiores y pino para la estructura principal.
La distribución establece una clara jerarquía espacial: las funciones comunes se concentran en el centro, mientras que los dormitorios —agrupados en torno a cocinas y comedores compartidos, junto con algunos apartamentos con cocina propia— se sitúan en el perímetro.















