Desde 1938, el Campo de Marte, ubicado en el distrito de Jesús María, ha sido uno de los espacios públicos más emblemáticos de Lima. Su vasta extensión de áreas verdes y su valor histórico lo han convertido en un punto de encuentro para generaciones de limeños. Este parque ha sido testigo de importantes eventos nacionales, como los desfiles cívico-militares por Fiestas Patrias en la avenida de la Peruanidad, competencias de cometas, conciertos masivos como el de la orquesta Niche en 1989, y hasta la recordada feria gastronómica Mistura en su quinta edición.
A pesar de su relevancia, el parque no ha recibido mejoras significativas en los últimos 40 años. Varias gestiones intentaron transformarlo con grandes estructuras y atracciones, pero esas propuestas enfrentaron el rechazo de colectivos vecinales que defendieron su carácter intangible, reconocido desde 1968 por la Ley N.° 16979. Esta vez, sin embargo, el enfoque es diferente: se busca recuperar y revalorizar el espacio verde, sin añadir más construcciones de cemento.
El alcalde de Jesús María, Jesús Gálvez, anunció que se intervendrán 8,000 metros cuadrados con la plantación de 100 nuevos árboles y un moderno sistema de riego tecnificado. “No va a haber edificaciones; habrá recuperación y puesta en valor de un parque emblemático”, afirmó. Las mejoras incluirán la renovación de losas deportivas, la instalación de nueve gimnasios al aire libre, dos módulos de vigilancia, servicios higiénicos, 50 cámaras de seguridad, más de 300 farolas, una pista atlética de 5,100 metros, y la renovación del cerco perimétrico y el pórtico de ingreso.
El proyecto, ejecutado por Invermet a través de la Municipalidad de Lima, demandará una inversión superior a los S/26 millones. Las obras están programadas para iniciar en septiembre de este año, con la meta de culminar entre marzo y abril de 2026, fecha en la que los ciudadanos podrán volver a disfrutar de un Campo de Marte renovado, seguro y accesible.
Este esfuerzo de recuperación busca no solo preservar uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad, sino también reforzar su rol como espacio público de encuentro, cultura, deporte y recreación familiar, en armonía con el entorno urbano y el respeto por su valor patrimonial.
