Renovación con Reverencia: Dando Vida a la Estructura – Cuando encontramos el edificio por primera vez, era un marco de concreto sin terminar, puramente utilitario, con geometría fuerte y gran potencial, pero frío y desconectado de su entorno. Este proyecto constituye una renovación reflexiva de esa estructura existente: un marco audaz pero crudo que inicialmente se erigió como una forma puramente funcional. En lugar de demoler u oscurecer lo que ya estaba, el enfoque arquitectónico se basó en el respeto: un proceso de diseño centrado en la adaptación, la mejora y la moderación. El resultado es una transformación cuidadosamente orquestada que da nueva vida a la estructura original, profundamente conectada con la naturaleza, el clima y el confort humano.
El edificio existente era un marco rígido de concreto: losas, columnas y vigas expuestas conformaban la cuadrícula estructural. Poseía fuerza y claridad, pero carecía de calidez, propósito y habitabilidad. Decidimos no alterar los cimientos del edificio, sino reinterpretarlos, tanto literal como metafóricamente. La estrategia principal consistió en celebrar la integridad del marco original mientras se incorporaban nuevos elementos que suavizaran su presencia, mejoraran su desempeño ambiental y generaran una experiencia espacial más acogedora.
Se incorporó la madera como contrapunto al concreto: ligera, cálida y táctil. Se integraron cuidadosamente persianas de madera operables, barandillas, cielorrasos y revestimientos, aportando ritmo y calidez al marco rígido. Estas adiciones de madera no son meramente decorativas; cumplen una función climática esencial, proporcionando sombra y modulando la luz solar tropical a lo largo del día. Su uso reintroduce una escala humana al edificio, fomentando la interacción con sus superficies y umbrales.
Una de las intervenciones más impactantes es el uso de la vegetación como material de diseño. Vides en cascada y plantas trepadoras se entrelazan en la composición arquitectónica, colgando de los bordes de las losas y envolviendo los elementos estructurales. Estas plantas funcionan como filtros vivos: enfrían el aire, proyectan sombras dinámicas y difuminan los límites entre los entornos construidos y naturales. El edificio se transforma en un marco para la naturaleza, en lugar de un contenedor que la restringe.
Desde el punto de vista espacial, la renovación prioriza la apertura y la permeabilidad. La planta baja se concibe como un espacio al aire libre y sombreado que fluye de manera continua hacia el paisaje circundante, aprovechando la ventilación cruzada natural y reduciendo la dependencia de sistemas de refrigeración mecánica. En el nivel superior, estrategias de sombreado pasivo, techos verdes aislantes y luz filtrada crean condiciones interiores cómodas, pese al clima tropical.
Este proyecto transforma una estructura abandonada en un sereno pabellón arquitectónico, sin borrar su pasado. Demuestra que la renovación, realizada con intención y sensibilidad, puede generar espacios más significativos y sólidos que partir de cero. Al trabajar con lo existente, el diseño honra la memoria incrustada en los materiales y permite que nueva vida surja a través de ellos. En última instancia, Un Marco Vivo cuenta una historia de transformación silenciosa: un modelo de renovación sostenible arraigado en el contexto, el clima y el carácter, donde la arquitectura escucha antes de hablar y crece en lugar de reemplazar.
