Comprar una vivienda representa una de las decisiones financieras más importantes a largo plazo. Ya sea que se adquiera al contado o mediante un crédito hipotecario, existen aspectos fundamentales que van más allá del financiamiento. Elegir correctamente un inmueble requiere considerar factores como las necesidades del comprador, la ubicación, la seguridad y los costos asociados.
Según Moisés Torres Tasso, gerente general de Tasso Inmobiliaria, el primer paso es identificar las necesidades personales o familiares para definir el tipo de vivienda ideal: número de dormitorios, baños, cochera, entre otros. Esta claridad permitirá enfocar mejor la búsqueda y evitar decisiones apresuradas o poco funcionales.
La ubicación es clave. Torres recomienda buscar inmuebles cercanos al centro laboral, instituciones educativas o zonas de interés familiar. También es conveniente verificar la cercanía a avenidas principales, parques, centros comerciales y accesos al transporte público. Estos factores no solo influyen en la calidad de vida, sino también en la valorización del inmueble a futuro.
La seguridad del entorno y del edificio (en caso de departamentos) es otro elemento crucial. Se debe evaluar si la zona presenta altos niveles de ruido, qué tan segura es, y si el edificio cuenta con vigilancia permanente y sistemas adecuados de control de ingreso. Además, si el presupuesto es ajustado, conviene considerar el costo de los impuestos municipales, servicios básicos y si hay acceso a gas natural, lo que puede significar un ahorro frente al uso de balones de gas.
Finalmente, en el caso de viviendas de segundo uso, es imprescindible revisar toda la documentación legal. El especialista aconseja verificar que el inmueble esté correctamente inscrito en registros públicos a nombre del vendedor y que no existan inconsistencias entre lo declarado y lo registrado. «Hay información que incluso podría revisar un abogado para mayor tranquilidad», señaló Torres, haciendo hincapié en evitar sorpresas legales posteriores a la compra.
