En un contexto marcado por la urgencia de frenar el cambio climático y avanzar hacia una transición energética justa, las empresas del sector industrial tienen la oportunidad (y la responsabilidad) de convertirse en protagonistas del cambio. Esta visión es clave para industrias como la minería, manufactura o agroindustria, que consumen más del 30% de la energía eléctrica del país y son responsables de una parte significativa de las emisiones de carbono.
Por ello, desde hace algunos años Terpel, representante de la marca Mobil en Perú, viene adoptando la filosofía Eco-Smart. Un modelo integral que fusiona innovación tecnológica, eficiencia operativa y compromiso ambiental, capaz de transformar no solo la forma en que se suministra la energía, sino también cómo se consume a lo largo de toda la cadena de valor productiva. A través de esta estrategia, la compañía ha implementado soluciones innovadoras para reducir el impacto ambiental de sus operaciones, optimizar el consumo energético y promover prácticas más sostenibles en los sectores que atiende.
En el marco del Mes del Medio Ambiente, la compañía compartió las claves que han guiado su transformación y que pueden servir como hoja de ruta para que más empresas se conviertan en agentes de cambio:
- Impulsar productos que generen eficiencia real: No basta con declarar una visión responsable. Es necesario desarrollar e implementar productos que promuevan un menor consumo energético, reduzcan el uso de recursos no renovables y contribuyan activamente a mitigar el impacto ambiental. Estas soluciones deben generar beneficios concretos tanto para el negocio como para el entorno.
- Invertir en infraestructura con enfoque sostenible: Modernizar las operaciones propias es esencial. Apostar por plantas de producción más eficientes, con uso de energías limpias y procesos circulares, permite avanzar hacia operaciones con residuo cero y menor huella ambiental.
- Adoptar una cultura de carbono neutralidad: La sostenibilidad no se logra sin metas claras. Medir, reducir y compensar las emisiones de carbono debe formar parte de la estrategia de negocio, promoviendo además una cultura interna y con aliados que priorice la acción climática.
- Conectar sostenibilidad con rentabilidad: Ser sostenible no está reñido con la competitividad. Al optimizar el consumo de recursos, se reducen costos operativos y se mejora el desempeño económico. La sostenibilidad, bien implementada, impulsa el crecimiento a largo plazo.
Aplicar una filosofía Eco-Smart no sólo es posible, sino también estratégico para afrontar los desafíos actuales del sector industrial. Al integrar sostenibilidad, eficiencia y tecnología en cada etapa del negocio, las empresas pueden reducir su impacto ambiental, fortalecer su competitividad y generar valor a largo plazo. El camino hacia una industria más limpia y resiliente comienza con decisiones conscientes, acciones concretas y un compromiso firme con el futuro del país.