América Latina alberga la mayor población católica del mundo — más del 25% de los católicos globales vive en este continente, donde la fe ha moldeado no solo la vida espiritual, sino también el tejido cultural, social y urbano de sus ciudades. Desde los primeros templos levantados durante la colonización europea, la arquitectura de las iglesias católicas latinoamericanas ha pasado por profundas transformaciones. Los trazos imponentes del barroco colonial y las fachadas ornamentadas han dado paso, a lo largo del tiempo, a interpretaciones más audaces y contemporáneas, que reflejan las realidades locales, la búsqueda de identidad y la experimentación arquitectónica.
Actualmente, las nuevas iglesias son concebidas no solo como espacios de culto, sino también como hitos culturales y arquitectónicos. Este cambio de perspectiva está, en gran parte, influenciado por templos e iglesias de otras tradiciones religiosas, que han provocado una revisión de los métodos tradicionales de expresión de la fe y de cómo se establece esta relación con los fieles.
Se percibe en estos edificios, por lo tanto, una búsqueda constante de dialogar con el entorno, respetando el contexto en el que están insertos, explorando materiales locales y técnicas constructivas regionales, integrando de manera sensible la luz natural a los espacios y abriendo camino a reflexiones profundas sobre comunidad, espiritualidad y paisaje. En este recorte, reunimos 12 iglesias de América Latina que revelan, a través de sus formas arquitectónicas, la transición de un pasado marcado por el colonialismo a un presente vibrante, innovador y comprometido con la identidad cultural local.
Iglesias abiertas a la ciudad»>De las murallas a las plazas: Iglesias abiertas a la ciudad
En las últimas décadas, el catolicismo ha enfrentado una caída gradual en el número de fieles en diversos países latinoamericanos. En respuesta a este escenario, la arquitectura de las iglesias ha comenzado a desempeñar también un papel estratégico creando espacios más abiertos, acogedores e integrados a la vida cotidiana de las comunidades, como la Iglesia San Josemaría Escrivá, en México. La búsqueda de un lenguaje arquitectónico más accesible y conectado al contexto local refleja el deseo de reaproximación con la población, promoviendo una espiritualidad más horizontal e inclusiva. Así, muchas iglesias recientes adoptan configuraciones flexibles, escalas humanas y vínculos estrechos con el espacio público, como forma de reconquistar relevancia social y espiritual en el tejido urbano.
Capilla de la Santa Cruz / Taller de Arquitectura X / Alberto Kalach + Roberto Silva
Iglesia en Pueblo Serena / Moneo Brock Studio
Iglesia San Josemaría Escrivá / Sordo Madaleno Arquitectos
Parroquia San Norberto / Carlos Campuzano Castelló
Capilla Centinela / estudio ALA
Más usos, más vida: La iglesia como parte del todo
Muchas iglesias contemporáneas han incorporado diferentes usos en sus proyectos, además del culto religioso, como salones de eventos, bibliotecas públicas y espacios de acogida, como se observa en el proyecto de expansión de la Churchita, en Chile. Al diversificar sus funciones, estas iglesias se convierten en centros culturales y comunitarios, ampliando su relevancia y presencia en la vida cotidiana de las personas. Esta integración de nuevos espacios también fortalece el papel social de la iglesia, aportando más vitalidad al edificio y convirtiéndolo en un punto de encuentro dinámico y accesible para la comunidad.
Capilla Santa María de los Caballeros / MGP Arquitectura y Urbanismo
Iglesia y Convento FFB / Mixtura
Churchita / Supersudaka
Iglesia y salón de usos múltiples Fuego Nuevo / WRKSHP arquitectura | urbanismo
Resignificar para pertenecer: reutilizar estructuras existentes
En diversos proyectos religiosos contemporáneos, se observa la reutilización creativa de estructuras existentes, ya sea a través de la incorporación del patrimonio histórico o de la adaptación de edificios abandonados para nuevos espacios de fe. Ejemplos notables incluyen la Capilla Totihue y el silo adyacente, en Chile, que resignifican antiguos espacios industriales, así como la reconstrucción de la Parroquia en Las Cabras, que devuelve vida a una estructura religiosa dañada por un terremoto. Este enfoque sostenible y sensible a la memoria arquitectónica permite no solo la preservación del legado histórico, sino también la creación de ambientes únicos, enraizados en el contexto en el que se insertan. Sin embargo, vale la pena destacar que también ha ocurrido el movimiento inverso, con iglesias siendo convertidas en otros tipos de espacios, como centros culturales, galerías de arte o incluso espacios de convivencia. Este intercambio de funciones refleja la evolución del uso del patrimonio y la vital adaptación de los edificios a nuevas realidades sociales y urbanas.
Iglesia Santa Cecilia / FBD Arquitectura y Diseño Urbano + Verónica López
Capilla Totihue / Gonzalo Mardones Viviani
Parroquia en Las Cabras / Pablo Lobos Pedrals y Carlos Arce Valdes
