Los jardines verticales han transformado por completo la jardinería de espacios interiores, ya que al estar sujetos en paredes ocupan muy sitio. Además, puedes tenerlo tanto en el interior de tu hogar, como en el exterior.
Jardín vertical: ¿Qué es y qué plantas podemos usar?
¡Los jardines verticales o paredes de cultivo están más de moda que nunca! Además de ser muy decorativos, aportan una gran cantidad de beneficios para las personas. ¿Lo sabías? Te hablamos de ellos y te mostramos qué plantas son perfectas para crearlos.
Probablemente alguna vez, paseando por alguna ciudad, hayáis visto grandes paredes con plantas que crecen verticalmente y os hayáis preguntado cómo funciona este sistema. Se trata de los jardines verticales, una estupenda manera de ganar diversidad en las ciudades.
En este artículo explicaremos qué son, qué especies son las más apropiadas y qué debemos tener en cuenta para crear nuestro propio jardín vertical.
¿Qué es un jardín vertical?
Los jardines verticales, conocidos también como pared de cultivo, son una creación artística que se ha vuelto muy popular en los últimos años como forma de solucionar la escasa diversidad vegetal que tienen muchas grandes ciudades que, por falta de espacio, no pueden disponer de extensos parques y zonas verdes.
Son uno de los máximos exponentes de la agricultura urbana, que busca devolver la naturaleza a las ciudades. Para ello se crea una estructura vertical sobre una pared al aire libre en la que se incorporan diferentes plantas que crecen, en lugar de extendiéndose de forma horizontal, haciéndolo de manera vertical.
Estas plantas enraízan en pequeños compartimentos que tiene la estructura y que suelen contar con sistemas de riego por goteo que utiliza el agua gris (el agua utilizada para lavar ropa, vajilla o, incluso, la empleada en las duchas), por lo que, además, recicla esta agua, depurándola, y convirtiéndose en un elemento sostenible además de estético.
¿Qué beneficios nos aportan los jardines verticales?
Su función no es meramente decorativa. Es bien sabido que la presencia de plantas reduce el estrés y la ansiedad, favoreciendo las relaciones sociales, la productividad y el bienestar de la población.
También ayuda a suavizar las altas temperaturas en verano, llegando a reducir algunos grados respecto a otras zonas que no cuentan con estos jardines verticales, lo que contribuye a reducir el efecto del calor propio de las grandes ciudades, conocido como «efecto isla de calor».
La reducción de los niveles de contaminación al absorber muchas partículas que pueden acabar siendo respiradas, limpiando el aire y generando oxígeno, ayudan a mantener la salud física de las personas.
¿Qué plantas son más apropiadas para crear un jardín vertical?
La vegetación que utilicemos en nuestro jardín vertical debe ser lo más autóctona posible, de manera que se adapte a las condiciones climáticas de la zona, ya que no podremos trasladarlas al interior de un invernadero con facilidad.
Teniendo esta premisa en consideración, emplearemos plantas cuyas raíces no profundicen en exceso, que no tengan grandes requerimientos de agua, y prefiriendo las plantas trepadoras, capaces de tener un crecimiento vertical más sencillo.
En esta estructura se va a desarrollar un verdadero ecosistema, por lo que, si no queremos que algunas plantas utilicen los limitados recursos existentes más que otras, deberemos hacer uso de especies con unas necesidades y cuidados similares.
¿Cómo distribuir las plantas en un jardín vertical?
La distribución recomendada para las plantas es muy simple: deberemos colocar aquellas que tengan un mayor requerimiento de agua en la parte inferior del jardín, por ser la zona en la que mayor cantidad se acumulará.
Como el resto de plantas de nuestro jardín, estas pueden verse igualmente afectadas por plagas o enfermedades, aunque con el problema añadido de que su tratamiento puede ser algo difícil y que, al estar las plantas tan juntas, la propagación es mucho más sencilla. Por eso, os recomendamos utilizar tratamientos preventivos y, si detectáis alguna planta enferma deberéis retirarla lo antes posible para evitar la propagación.
Algunas especies que dan buenos resultados para la creación de paredes de cultivo son la malamadre (Cholophytum comosum) y los helechos como Nephrolepis cordifolia, Monstera deliciosa, Hedera helix o Ficus pumila.
¿Cómo podemos crear una pared de cultivo en nuestro jardín?
Si la idea es aprovechar un muro poco vistoso del hogar o jardín, la creación de una pared de cultivo es una estupenda idea, debiendo tener en cuenta las siguientes directrices:
La estructura vertical
Para la creación de la estructura vertical deberemos diseñar previamente el jardín, teniendo en cuenta el tamaño disponible, la cantidad de luz que va a recibir, la temperatura ambiental, el viento, las precipitaciones… Todo esto nos permitirá, no solo diseñar la estructura sobre la que crecerá el jardín vertical, sino también elegir qué plantas son las que mejor se van a adaptar a él.
Respecto al material con el que debemos construir la estructura, se recomienda emplear aquellos que tengan más durabilidad y que, a su vez, sean lo más ligeros posible, de manera que
no se vean especialmente afectados por la humedad, el peso y la radiación solar.
Normalmente, se utilizan estructuras de fieltro o plástico, de calidad, aunque también pueden utilizarse estructuras de madera, más sostenibles, recomendando para estas últimas los tableros contrachapados fenólicos de abedul, de alta durabilidad y resistencia, y con menos riesgo de desprendimiento.
Por si os interesa, os mostramos a continuación varios ejempos..
El sustrato, factor clave del jardín vertical
Es un elemento fundamental en estas creaciones. Debe ser ligero, para que la estructura pueda soportar el peso y para que no se pierda por efecto de la gravedad.
Es muy importante que sea rico en nutrientes, ya que seguramente la cantidad que utilicemos sea poca y debe permitir el correcto crecimiento de las plantas. Se suele emplear una mezcla de la tierra que más se adapte a las plantas que queramos utilizar, y musgo para que lo aguante en su posición y no se desprenda.
El riego
Como hemos comentado, es usual aprovechar las aguas grises para el riego de estos jardines, pero debido a la dificultad de la instalación, creemos que es más adecuado utilizar un sencillo riego por goteo. Este sistema puede reducirse a un conjunto de tubos y difusores que atraviesen la estructura y nos permita decidir en qué momento y qué cantidad de agua se emplea.
Hay que ser prudente para no excedernos con la irrigación, que podría provocar un colapso de la estructura de nuestro jardín vertical, ya que la tierra aumenta enormemente de peso cuando está humedecida.
Como habéis podido ver, los jardines verticales no son tan complicados como parece e, incluso, podemos tener uno propio. Puede ser una estupenda manera de optimizar el espacio y contar con una verdadera diversidad de plantas en nuestra casa ¿Habíais considerado alguna vez crear uno en vuestro hogar?
Preguntas de interés sobre los jardines verticales
¿Cuál es el origen del jardín vertical?
El origen de la tipología del jardín vertical está en Francia. Su creador, Patrick Blanc, es un botánico que ideó este sistema de muro o paredes vegetales. Una de sus obras más conocidas se puede encontrar en el Caixaforum de Madrid.
Es tal el impacto que generaron estos jardines verticales en el mundo que, hoy en día, existen infinidad de tipologías y modelos para hacerlos a nivel profesional, o, también, como un complemento más para las terrazas o balcones de nuestros hogares.
¿Cuánto pueden llegar a durar los jardines verticales?
Pueden llegar a aguantar unos 5-10 años tranquilamente, todo depende de la calidad en sí del jardín vertical. Cuánto mejor sea la calidad del material de la estructura, de la instalación, y de las plantas que se empleen, mayor durabilidad tendrá.
También depende enormemente de donde se haga la instalación. No es lo mismo que se haga en un sitio donde va a estar continuamente cuidado que en un lugar al aire libre.
Si las calidades de cada componente son buenas, los cuidados son los adecuados y las condiciones de cultivo son favorables, podría incluso aguantar décadas. Si las condiciones no son las adecuadas, sobre todo por el material de la estructura (el sol y el agua puede acabar destruyéndola), durará menos.
Cortesia de : HOGARMANIA.COM
