Vivir seguro y bien protegido en el interior de nuestros hogares es fundamental en cualquier ciudad. El principal elemento que nos brinda cierta tranquilidad son las cerraduras para puertas, que también en muchos casos, su seguridad es reforzada por sistemas de alarmas, cámaras, etc. El objetivo de este artículo es darte a conocer 6 tipos de cerraduras para puertas, ya sea para puertas de madera, de hierro, de cristal o metálicas, que pueden brindarte protección en el hogar.
¿Qué tipo de cerradura elegir para tu puerta?
Aunque la seguridad es un factor muy importante a la hora de elegir los elementos de cerradura y bloqueos de puertas de entradas y salida en nuestra estancia, el presupuesto muchas veces nos limita a adquirir equipos sofisticados y tecnológicos. Por eso nuestra selección incluye tipos de cerraduras de puertas para todos los presupuestos.
Entre los tipos de cerraduras para puertas que encontramos en el mercado, destaca de una manera especialmente segura: las cerraduras digitales o electrónicas.
Este tipo de cerradura se emplea en el hogar, pero sobre todo, en establecimientos comerciales como hoteles garajes, comercios, supermercados, etc.
Las cerraduras digitales o electrónicas funcionan para dar acceso a la persona mediante el uso de una tarjeta electrónica a través de un código. De hecho, algunos equipos más sofisticados tienen reconocimiento de huella dactilar. Otras además, permiten controlar los accesos, programar permisos e incluso implantar restricciones de horarios. Estas son más habituales para el uso de oficinas administrativas.
La seguridad de este tipo de cerradura funciona mediante un bloqueo mecánico, y algunos modelos trabajan con un sistema de electro–imanes. Incluso, muchas permiten emplear un código de seguridad diferente tanto a la entrada como a la salida, duplicando así la seguridad para ambientes donde el acceso es altamente restringido.
Sin embargo, debes tener en cuenta que este tipo de cerraduras son quizá las más caras del mercado. Si cuentas con un presupuesto disponible, esta es la mejor opción a elegir, ya que la seguridad y tranquilidad que brindan este tipo de sistema, es muy alto.
Cerraduras cilíndricas
Este es un tipo de cerradura muy habitual en las puertas de lugares residenciales. La cerradura cilíndrica se usa especialmente en zonas de exterior, y recibe su nombre porque la pieza central del mecanismo es un cilindro con bombín de pera, que es donde se introduce la llave para abrir y cerrar.
Este cilindro cuenta con pestañas que se ajustan a los dientes de la llave para activar o desactivar el mecanismo. También es conocida como de perfil europeo. Este tipo de cerraduras es algo más segura que otro tipo de sistemas más convencionales.
Cerraduras embutidas o empotradas
Las cerraduras embutidas o empotradas tienen un uso muy habitual en las puertas internas en el hogar, especialmente en las salas de baño o en los armarios. Reciben su nombre, porque efectivamente están hechas para empotrar en el lateral de las puertas.
El funcionamiento de este tipo de cerradura es muy simple, porque consta de una manilla que, al girar, retrae el pestillo.
En general, este tipo de cerradura para puertas de interiores no requiere el uso de una llave para abrirla, aunque puedes optar por modelos que sí ofrezcan esta alternativa. De hecho, algunas cerraduras de este tipo vienen con un sistema de autobloqueo para ofrecer mucha más resistencia en casos donde quieras evitar un intento de forcejeo para abrir la puerta.
Cerraduras de sobreponer
Las cerraduras de sobreponer son un peculiar mecanismo que queda siempre al descubierto por uno de los lados de la puerta.
El nivel de seguridad de este tipo de cerradura depende del material con que esté fabricada. Sin embargo, tiene la desventaja de que puede ser fácilmente forzada por la parte que queda visible, por lo que no es recomendable para utilizar en lugares peligrosos o no confiables.
Este tipo de cerradura es especialmente indicada para colocar en puertas de entrada, y pueden ser una buena opción como refuerzo a un sistema de cierre previamente instalado que ofrezca una mayor seguridad.
Cerraduras tubulares
La cerradura tubular es un mecanismo que se encuentra habitualmente en las puertas de los cuartos de baño, tanto en hogares como en establecimientos públicos. Su particularidad reside en que funciona por medio de un botón que, al ser accionado, permite cerrar desde adentro.
La ventaja de este tipo de cerraduras es que son mucho más difícil de forzar que una cerradura común, aunque tienen la desventaja de que el pestillo puede bloquearse, lo que puede provocar que la persona que se encuentre en el interior, quede atrapada.
Cerraduras multipunto
Terminamos nuestra clasificación con la cerradura multipunto. Esta cerradura para puertas ofrece un mecanismo que resulta bastante seguro.
Se compone de diferentes anclajes en distintas partes de la cerradura, por lo que es muy habitual ver que se instalan frecuentemente en puertas macizas, blindadas y acorazadas.
Este tipo de cerradura funciona fijándose en el marco y obstaculizando las palancas cuando se tratan de forzar. Normalmente, incluyen entre tres y cinco puntos de seguridad que bloquean la entrada con un solo giro de llave. Algunas de hecho, se bloquean de forma automática cuando la puerta es forzada utilizando algunas herramientas.
Ahora ya conoces 6 tipos de cerraduras que puedes emplear en las puertas de tu casa, oficina, tienda o garaje, INTERNAS O EXTERNAS. Dependiendo de tus necesidades, encuentra la que mejor se adapte a tu presupuesto y asegura una mayor seguridad. Recuerda que dentro de cada tipo de cerradura encontrarás subtipos más o menos reforzados, por lo que no dudes en consultar con un experto para elegir la que mejor se adapte a al cada tipo de puerta.
Fuente: Regeyser